LA POLICÍA PORTUGUESA
INTERROGA A NUEVOS Y ANTIGUOS TESTIGOS EN EL ALGARVE
La Fiscalía alemana investiga
también al sospechoso del asesinato de la niña Madeleine MacCann en Portugal,
Christian Brueckner, por la desaparición de una pequeña de cinco años en la
región de Sajonia-Anhalt en el 2015, según el semanario Der Spiegel . Estas
pesquisas se suman a las comunicadas esta semana por las policías alemana,
inglesa y portuguesa y que han supuesto un vuelco del caso ocurrido en el
Algarve en mayo del 2007, aunque por ahora no hayan trascendido pruebas
contundentes. En esa región portuguesa la Policía Judicial y la Fiscalía
realizan estos días interrogatorios a testigos, algunos de los cuales ya habían
declarado en el pasado, mientras que en otros casos se trata de diligencias
nuevas, de acuerdo con el periódico lisboeta Público .
Los focos mediáticos
internacionales vuelven a apuntar al Algarve, una región que ha sufrido un
leve impacto de la pandemia del coronavirus, con solo 15 de los 1.465 muertos
portugueses. Sin embargo, sobre esta zona pende ahora la seria amenaza de los
efectos económicos de la caída del turismo internacional.
La reapertura del caso
confronta a Portugal con los traumas que generó el suceso más mediático que ha
vivido
La reactivación del sumario
MacCann supone en Portugal el resurgimiento de los traumas que dejó el caso,
por no haberse resuelto y por toda la polémica generada tras la imputación,
después levantada, de los padres. La implicación de éstos, quizás ocultando un
accidente, fue la tesis del policía Gonçalo Amaral, después apartado de la
investigación y que publicó un controvertido libro con sus teorías. Según el
Jornal de Notícias de Oporto, en una entrevista del año pasado con una
televisión australiana Amaral ya habló de un sospechoso alemán, un pedófilo en
prisión, y se refirió a una camioneta, como la que ha mostrado ahora la
policía, en la que, según él, no se encontró nada. Sostuvo que este sospechoso
sería un “chivo expiatorio”, que ya fue descartado en el pasado.
El "Jornal de Notícias" aportaba
también ayer el nombre del titular del teléfono móvil con el que habría
mantenido Brueckner una conversación desde Praia da Luz, el lugar de la
desaparición de Maddie, momentos antes de que se produjese. Se trata de Diogo
Silva, uno de los apellidos más comunes en Portugal.
Entre los periodistas
portugueses que siguieron el caso desde los comienzos surge estos días, al
comentar las novedades, la tesis de que deben existir evidencias más sólidas de
las que se han difundido para que, trece años después, cuerpos policiales de
los tres países señalen a un sospechoso de la forma más contundente que se hizo
hasta ahora.
Según las informaciones que
han trascendido en los medios, el detonante de la implicación de Brueckner
sería la confesión que le hizo a un amigo en el 2017 cuando, viendo en
televisión el décimo aniversario de la desaparición de Maddie, él aseguró que
lo sabía todo sobre el caso. Ahora el sospechoso está encarcelado en Alemania
por una violación cometida en el Algarve.
Fuente: La Vanguardia
No hay comentarios:
Publicar un comentario