viernes, 15 de noviembre de 2019

ENCUENTRAN LA REFERENCIA MÁS ANTIGUA AL SANTO CÁLIZ

Un estudio realizado por un catedrático de la Universidad de Valencia adelante en tres siglos la primera referencia histórica al Santo Cáliz de Valencia

Un acróstico es una palabra o una frase que se forma con las letras iniciales, medias o finales de un texto cuando se leen verticalmente. Y eso es lo que ha encontrado Gabriel Songel, catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), en un manuscrito datado en el siglo XI. Lo que convierte este acróstico en algo excepcional es que el texto en cuestión figura en el relicario del monasterio de San Juan de la Peña en relación al Santo Cáliz que hoy custodia la Catedral de Valencia. Se trata, pues, de la referencia más antigua que se conoce del Santo Grial de Valencia.

El Santo Grial poco tiene qué ver con la copa de un carpintero –por tanto, de madera- que el célebre Indiana Jones localiza en una cueva bajo el amparo de un caballero templario. En origen, era una piedra que cayó del cielo, llamada lapsit exillis durante la rebelión de Lucifer. Y, aunque se decía que la piedra era verde esmeralda nadie sabe de qué material se trataba realmente, hasta se llegó a decir que era sangre solidificada.

Y viene al caso porque el Santo Cáliz de Valencia está hecho de piedra de calcedonia un dióxido de silicio, compuesto de cuarzo y morganita que puede dar lugar a piedras verdes, sin ser esmeraldas. Cuadraría, por tanto con la tradición. 

300 años más antiguo
La primera referencia que los historiadores utilizaban para la datación del cáliz era un documento de 1399 en el que el rey Martín el Humano lo reclama al monasterio oscense de San Juan de la Peña. El descubrimiento de Songel, en consecuencia, adelanta tres siglos a esta primera referencia histórica.

Según explica el catedrático de la politécnica, “el acróstico se escribió en el siglo XI con motivo de la coronación de Pedro I de Aragón.” Son palabras compuestas con las letras del texto siguiendo un esquema geométrico que menciona la frase Calis Lapis Exilis (es como se pronunciaba y su significado es piedra caída del cielo), junto a la relación de reliquias que se guardaban en el monasterio de San Juan de la Peña.

“En el estudio, descubrí el esquema geométrico por semejanza con las marcas de los reyes y emperadores de la época donde se escondían los nombres de los autores o el nombre del que había encargado la copia.”

La conexión geométrica más directa se corresponde con las firmas papales llamadas Bene Valete que se concentran en un logograma compuesto de letras en torno a la N (ver imagen).

bene valete santo grial caliz valencia

 El códice en el que se halla oculto el acróstico se conserva en Madrid, concretamente en el Archivo de la Real Academia de la Historia; fue allí donde Songel analizó la composición «perfecta» del impaginado que sigue la ley que descubrió el diseñador gráfico Tschichold en los años 50 del siglo pasado. Es más, la retícula que organiza los bloques de texto contiene con total exactitud el diseño del Santo Cáliz de Valencia, tal y como lo conocemos ahora lo que, en opinión del investigador “corroboraría que el cáliz ya se había compuesto sobre la copa original en el siglo XI”.
acrostico santo grial valencia

El hallazgo ha sido avalado por expertos en códices y es fruto de dos años de investigación. La misma ha sido revisada por expertas en codicología, como la académica Elisa Ruiz García de la Real Academia de la Historia; el catedrático de Historia del Arte de la Universitat de València y conservador del Museo del Patriarca de València, Daniel Benito; y los canónigos de la Catedral de València, Jaime Sancho y Juan Miguel Díaz, miembro de la Pontificia Comisión Bíblica Internacional y decano de la Facultad de Teología “San Vicente Ferrer” de Valencia.

Fuente:
HISTORIA OCULTA
https://www.espaciomisterio.com/ 
Josep Guijarro

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