¿EXISTIÓ REALMENTE ESTA MUJER?
No se ha encontrado documentación que confirme su existencia
Hace un tiempo, en el pueblo de Trebon, en la República
Checa, rindieron un sentido homenaje a una modesta enfermera que, durante la
Segunda Guerra Mundial, mató soldados nazis de manera excéntrica: haciendo el
amor. Pasó hace mucho, pero ha sido recién hace una semana que este acto se dio
a conocer. Y la noticia dio la vuelta al mundo.
El nombre de la mujer se ignora. Sólo se sabe que esta
enfermera fue violada en reiteradas ocasiones por soldados alemanes. Producto
de esta aberración, la mujer contrajo una gravísima enfermedad de transmisión
sexual. Y ahí fue que diseñó una exótica venganza: la enfermera se transformó
en una estratégica buscavidas. Pasó a ser una seductora de nazis.
Y los mató con sexo.
El modus operandi, en concreto, funcionaba de la siguiente
manera: ella, infiltrada en el ejército alemán que había invadido
Checoeslovaquia, atendía a soldados germanos heridos. Los seducía con
facilidad, porque es necesario agregar que la anónima mujer tenía un estupendo
aspecto físico. Los soldados se figuraban que estaban en una escena romántica y
sensual. La amaban con pasión. Aunque, en verdad, sin darse cuenta, morían sin
querer. Contagió el virus a decenas de enemigos. Los soldados,
ignorantes de lo que les sucedía, fallecían al tiempo.
Finalmente la descubrieron.
La Gestapo, cuyo plan era aniquilar el espíritu nacional de
los checoeslovacos, la detectó gracias a un espía que habían dispuesto en su
hospital. No demoraron en tomar medidas. Y la enfermera que luchó a solas por
su país fue ejecutada de un balazo en la cabeza.
Pero hoy, a tantos años de distancia, se ha convertido en
una heroína. Los checos le levantaron un hermoso monumento en el pueblo. Y han
difundido su obra, la matanza de nazis a costa de orgasmos.
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