jueves, 5 de enero de 2017

HE WENXUN, EL VIGILANTE SECRETO

UN CAMPESINO CHINO SE PASA 41 AÑOS VIGILANDO UN REFUGIO ANTIAÉREO SECRETO

Las autoridades y hasta su familia desconocían su existencia porque fue construido sin planos ni registros oficiales durante el caos de la «Revolución Cultural»

Como esos soldados japoneses que se pasaron décadas vigilando sus fortines en perdidas islas del Pacífico sin saber que la Segunda Guerra Mundial había terminado, un campesino chino ha estado 41 años custodiando un refugio antiaéreo secreto justo bajo su casa. A diferencia de los militares nipones, He Wenxun, quien ya tiene más de 80 años, no fue abandonado por su Ejército al término de ninguna contienda, pero sí olvidado por las autoridades que le ordenaron construir dicho búnker.

Según publica el periódico «China Daily», ocurrió en 1975, durante los últimos compases de la trágica «Revolución Cultural que venía convulsionando a China desde 1966. Al final de aquella década de movilización ideológica de las masas y fervor comunista lanzada por Mao Zedong, en la que el país se hundió en el caos, las Fuerzas Armadas Populares le ordenaron a He Wenxun y otro centenar de milicianos excavar un refugio antiaéreo en el condado de Ceheng, en la remota provincia sureña de Guizhou. Como se trataba de una instalación secreta, ni siquiera se dibujaron planos del búnker ni se conservó ningún registro oficial, por lo que nadie se acordó del mismo cuando, en 1976, terminó la «Revolución Cultural» y todos los trabajadores que lo habían construido regresaron a sus hogares.

Todos menos He Wenxun, a quien se le ordenó vigilarlo en secreto y mantenerlo siempre preparado desde la casa que se levantó junto encima del refugio. Y así ha ocurrido hasta hoy, cuando, ya anciano, ha decidido desvelar su existencia a las autoridades locales temeroso de no poder seguir cumpliendo con su misión debido a su delicado estado de salud.

Tras su revelación, la sorpresa ha sido total en su pueblo, donde el Gobierno local no tenía constancia de dicho búnker, cuya existencia era desconocida incluso para la familia de He Wenxun. «Ahora sabemos por fin por qué se negaba a mudarse. Quería quedarse junto al refugio», ha explicado al «China Daily» su hijo.

Por su parte, Ren Bo, del Departamento de las Fuerzas Armadas Populares, ha reconocido que toda la información sobre el búnker se perdió durante los tumultuosos años de la “Revolución Cultural”.


Conmovidas por la lealtad de He Wenxun, que se ha mantenido inquebrantable durante más de cuatro décadas, las autoridades militares han condecorado al anciano, quien ya puede descansar tras haber desempeñado su cometido. Tras ser relevado por fin de sus obligaciones, la Oficina de la Defensa Aérea Civil se hará cargo de este refugio, que se encuentra en óptimas condiciones. Misión cumplida para He Wenxun. ABC

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