LAS IRANÍES, FUERA DE JUEGO
Teherán rectifica y
prohíbe que las mujeres asistan a un partido de voléibol masculino
El
voleibol levanta pasiones en Irán. Por eso las aficionadas iraníes sufrieron
una desilusión esta semana al no poder comprar entradas para el partido de la
liga mundial masculina de voleibol entre Irán y Estados Unidos. Los dos países
no mantienen relaciones diplomáticas, y a pesar de ello ayer se vieron las
caras por primera vez en el estadio del complejo deportivo que tras la
Revolución Islámica de 1979 fue bautizado como Azadi (Libertad, en farsi).
Hace dos
semanas, Shahindokht Molaverdi,
vicepresidenta para Asuntos de la Mujer y la Familia, informó de que se había
aprobado la normativa que regula el acceso femenino a los estadios, generando
una gran expectación después de que las mujeres llevaran sin poder asistir a
competiciones masculinas desde 1979. Sin embargo, el director general de
Seguridad del Ministerio de Deporte y Juventud, Reza Hassaniju, explicó el
miércoles que “la presencia de mujeres en los estadios se está estudiando y aún
no se ha tomado ninguna decisión al respecto”. La rectificación supone una
concesión del Gobierno de Rohaní a los sectores opuestos a las reformas
sociales.
El
miércoles, unas cien personas se manifestaron frente al Ministerio de Deportes
para expresar su repudio a la presencia de mujeres en los estadios, pidiendo la
renuncia de Molaverdi. Los manifestantes describieron las medidas emprendidas
por la vicepresidenta como “la autorización del vicio moral”. Los clérigos y
seminaristas de una escuela religiosa en Teherán publicaron la semana pasada un
comunicado en las redes sociales y convocaron a la gente a “una presencia sangrienta”
en el recinto de Azadi con el fin de “impedir el acceso de las mujeres y la
prevención del vicio de los responsables del Ministerio de Deporte”. Este
comunicado califica la presencia femenina de “promoción de la prostitución”. El
portavoz del Gobierno, Mohammad Bagher Noubakht, reaccionó a estas amenazas
asegurando que “el Gobierno no permitirá estas acciones y exige al poder
judicial que adopte medidas contra ellos”.
La
Federación Internacional de Voleibol (FIV) decidió en noviembre retirar a Irán
la organización del Mundial Sub-19 de este año y concedérsela a Argentina.
Algunos analistas consideran que la decisión es una reacción a la detención de
la activista irano-británica Ghoncheh Ghavami, que pasó en prisión cinco meses
por asistir a un partido de voleibol entre Irán e Italia.
A LA ESPERA DEL PACTO NUCLEAR
En esta
ocasión, la FIV aún no ha reaccionado a la nueva prohibición, pero ha anunciado
que “la FIV se mantiene totalmente comprometida a garantizar la inclusión de
las mujeres en el deporte (…) y supervisa las condiciones de Irán para la
celebración de la Liga Mundial”.
Muchos
analistas observan las decisiones del Gobierno de Rohaní como parte de una
estrategia para no irritar a los sectores más conservadores en vísperas de un
posible acuerdo nuclear con las potencias —EE UU, Reino Unido, Francia, China,
Rusia y Alemania—, y estiman que la firma del pacto final acelerará las
reformas sociales. Agencias
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