PRESIDENTE TRUMP TIENE LA ULTIMA PALABRA
El Archivo
Nacional de los EE.UU está preparado para desclasificar los archivos restantes
de la investigación de John Fitzgerald Kennedy.
La colección formada
por casi 4000 documentos que han permanecido custodiado por el FBI y la CIA con
la condición de que todos se hicieran públicos en octubre de 2017. Sin embargo,
según la ley que dictó esta condición, el actual presidente de los Estados
Unidos, Donald Trump, tiene la capacidad de denegar la publicación de alguno o
todos los documentos si decide que mantenerlos en secreto es una cuestión de
seguridad nacional.
Esta ley fue firmada
bajo la presidencia de George H. W. Bush en 1992, estableciendo así una
colección única con todos los registros relacionados con el asesinato de
Kennedy. Esta ley estipuló que en el 25 aniversario de su firma (el 26 de
octubre de 2017) todos los registros serían hechos públicos.
Sin embargo, puede que
el proceso de revelación se alargue durante semanas ya que muchos de los
documentos del FBI y la CIA pueden arrojar luz sobre la evidencia de una
conspiración que implicaría a las agencias junto al asesino de Kennedy, Lee
Harvey Oswald.
Martha W. Murphy,
funcionaria de el Archivo Nacional, ha anunciado que investigadores de alto
nivel de seguridad estaban trabajando para preparar los archivos para su
revelación y esperan hacerlo en lotes. El proceso podría comenzar este verano,
a menos que el presidente Trump intervenga para detenerlo.
Cuando se aprobó la
Ley de Registros de JFK, la duda de que Lee Harvey Oswald actuó por su propia
voluntad para matar a Kennedy, perduró durante tres décadas sobre la población.
Mucha gente creía que el gobierno estaba ocultando la verdad de lo que ocurrió
realmente en el asesinato y las teorías de conspiración abundaron (como muestra
Oliver Stone’s en su película “JFK” en 1991).
En un esfuerzo por
tranquilizar a la población en 1998, la Junta de Revisión de Expedientes de
Asesinato liberó miles de documentos que habían sido catalogados previamente
como “secretos” de la CIA, el FBI y otras agencias federales, así como las
investigaciones del congreso en torno al asesinato.
El presidente Trump,
decidirá si la población tendrá acceso a los últimos archivos secretos que
permanecen en los registros del asesinato. No es ajeno a las teorías
conspirativas relacionadas con JFK. Durante la campaña republicana de las
primarias, llamó la atención un artículo publicado en National Enquirer que
sugiere que el cubano Rafael Cruz (padre del principal opositor de Trump, Ted
Cruz de Texas) estaba emparentado con Oswald. El periódico basó su historia en
una fotografía borrosa de un hombre que dijo que Rafael Cruz entregaba folletos
pro Fidel Castro junto a Oswald en Nueva Orleans. La familia Cruz negó que el
hombre en la foto fuera Rafael, y dijo que no tenía conexión con Oswald. No
surgieron otras pruebas para apoyar el vínculo.
De hecho, se cree que
algunos de los documentos establecidos para ser revelados, pertenecen a la
teoría de que Oswald pudo haber conspirado con grupos de exiliados cubanos en
los Estados Unidos.
Según un índice
inicial elaborado por el Archivo Nacional, los archivos incluyen un dossier de
86 páginas sobre un grupo anticastrista en Nueva Orleans respaldado por la CIA.
Oswald, partidario de la revolución comunista de Fidel Castro en Cuba, parecía
haber intentado infiltrarse en el grupo para encontrar información que ayudase
al régimen de Castro
La muerte del
Presidente Kennedy ha sido una de las mayores fuentes de las teorías
conspirativas a nivel histórico de un país y cada cierto tiempo salen nuevos
matices al respecto.
Por ejemplo:
El director de cine
estadounidense Oliver Stone reveló detalles de una confesión sobre el asesinato
de John F. Kennedy que un supuesto ex agente del Gobierno de EE.UU. decidió
hacerle poco antes de morir. El hombre, oculto bajo el seudónimo de ‘Ron’,
aseguró haber pertenecido a la guardia presidencial de ese entonces y afirmó
que “alguien de su propio equipo había disparado contra el presidente”, informa
‘Daily Mail’.
Según Stone este ex
funcionario policial “no quería dinero ni reconocimiento” y que actuó movido
únicamente por su conciencia. Agencias
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