YIHADISMO
EN ESPAÑA:
UN EJÉRCITO DE CIEN MEZQUITAS
Madrid tiene más de
200 templos, la mitad ilegales, que los radicales utilizan para captar
combatientes.
Imagen de la mezquita de Tetuán, uno de los templos legales en los que las Fuerzas de Seguridad han detectado que se proclaman mensajes radicales fuera de los días de rezo.
La Comunidad de Madrid cuenta con 112 mezquitas y oratorios legales, 60 de
ellos en la capital, en los que se imparte la religión musulmana, aunque la
cifra de los locales clandestinos y, por lo tanto, sin un control de registro
oficial, es similar, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.
Es en estos últimos (garajes, locales y hasta pisos), que son objeto de la
vigilancia de las Fuerzas de Seguridad nada más ser detectados, donde se cree
que pueden estar actuando predicadores próximos al Estado Islámico o a Al
Qaeda, que proclaman la sharia (interpretación más rigorista de la religión
musulmana) y la obligatoriedad de sumarse a la «yihad» («guerra santa»).
De los legales, las citadas fuentes señalan que hay un 5 o un 6 por 100 (al
menos cinco) en los que se ha detectado que se proclaman mensajes radicales,
pero siempre de una forma discreta, fuera de los días de rezo (los viernes) con
el fin de que su labor pase lo más inadvertida posible. Están situados en La
Cañada (dos), el barrio de Tetuán, San Cristóbal de los Ángeles y Alcalá de
Henares.
Los mensajes radicales tienen una creciente aceptación en determinados
sectores de la juventud musulmana, sobre todo entre aquellos que se encuentran
en una situación de desarraigo o –y esto es lo más preocupante– que han
iniciado el proceso de radicalización hacia el yihadismo a través de las redes
sociales.
Las citadas fuentes admiten que, pese a la labor de prevención que se
realiza sobre los centros legales sospechosos de emitir consignas radicales, no
se pueden judicializar, al menos por el momento, acusaciones concretas.
Madrid es la tercera comunidad, después de Cataluña y Andalucía, con mayor
número de musulmanes declarados como tales, según las últimas estadísticas,
aunque la cifra puede superar en la actualidad los 300.000.
Las investigaciones que realizan las Fuerzas de Seguridad detectaron que
uno de los movimientos más radicales del islamismo, (con una cierta presencia
en Cataluña), intentaba implantarse en Madrid. Se trata de Tabligh Wal Dawa,
también llamada «Jamaat Al-Tabligh» (Fe y Práctica), o «Jamaat AI-Tabligh
Wal-Dawa» (Sociedad para la Propagación y la Oración).
Es una organización sumamente rigorista, que si bien propugna la paz y el
diálogo interreligioso, defiende un islam sumamente ortodoxo que resulta muy
difícil de conciliar con algunos de los principales valores occidentales
(igualdad de la mujer, libertad de expresión, etcétera), según las citadas
fuentes.
Su obra de reislamización y conversión de inmigrantes es llevada a cabo por
predicadores que realizan constantes «Dawas» (viajes) por todo el mundo.
Cuentan con numerosas mezquitas y centros de formación religiosa en varios
países, sobre todo en Asia, Europa y África. Dado que los tabligh organizan
constantes viajes de predicación de unos países a otros, siempre existe el riesgo
de que alguna de estos viajes sea aprovechado por potenciales terroristas, para
moverse de forma segura entre países, sin despertar sospechas, agregan.
En torno a mezquitas «legales», incluida la de la M-30, se han producido en
los últimos tiempos una serie de hechos relevantes. Los autores de los
atentados del 11-M en Madrid se reunían, durante la semana (no los viernes), en
algunas ocasiones, en dicho templo, según reveló a LA RAZÓN una alta autoridad
del islam en España, lo que no quiere decir que los responsables de la mezquita
les apoyaran o ampararan. Aprovechaban el recinto religioso para tratar de
pasar inadvertidos, lo que consiguieron. Eran dinamizados por un imán que venía
regularmente desde Argelia, según la misma fuente.
Está también el caso de la célula yihadista llamada «Brigada Al Andalus».
Al menos tres de los 15 yihadistas que la integraban, constituida en 2011 en la
mezquita de la M-30, viajaron a Siria para combatir en las filas del Daesh, el
Estado Islámico, según el auto de procesamiento dictado contra ellos en su día.
El adoctrinamiento de este grupo radical corrió a cargo de un individuo
considerado el principal líder operativo y religioso de la «Brigada Al Andalus»
y del que se sospecha fue el organizador de los viajes de esos tres yihadistas
y de otros dos que fallecieron en combate.
También viajó a Siria una persona que fue imán de la mezquita de Yunquera
de Henares (Guadalajara) y que, según declaró su madre a los investigadores, su
paso en 2010 por el Centro Cultural Islámico de la mezquita de la M-30,
radicalizó su fervor religioso.
En España, gracias a la actuación de las Fuerzas de Seguridad no se han
cometido atentados yihadistas desde las matanzas de marzo de 2004, a
diferencia, por ejemplo de Francia. A este respecto, hay un dato relevante que
se produjo el pasado verano en el vecino país: el entonces ministro del
Interior, Bernard Cazeneuve, anunció que las autoridades galas habían cerrado
en los últimos meses 20 mezquitas y «salas de rezo» musulmanas en el marco de la
lucha contra el islamismo radical y la prevención del terrorismo yihadista.
Por lo que respecta a las mezquitas y oratorios ilegales que hay en la
Comunidad de Madrid, las unidades encargadas de combatir en yihadismo tratan,
una vez descubiertas, de controlar todos los movimientos que se producen en
torno a ellas, asistentes a los que ya se considera radicalizados, posibles
vías de financiación, etcétera.
Si el Estado Islámico o Al Qaeda tratan de utilizar una mezquita u oratorio
será una que no sea legal, ya que en las otras su labor podría ser detectada
con mayor facilidad. (La Razón)
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