DIRECCIÓN
DE ARQUITECTURA EVALÚA MESA TÉCNICA PARA CONCLUIR LAS OBRAS DEL CERCO
PERIMETRAL EN CERRO UNITA.
Luis Pérez y Cecilia Sandoval, asesores de la
comunidad de Huarasiña en temas patrimoniales, acusaron un daño
"irreparable" en el cerro Unita luego que el sábado 4 de junio, a eso
de las 19 horas, un grupo de supuestos turistas realizara una especie de ritual
a los pies del Gigante de Tarapacá en la comuna de Huara.
Pérez, de profesión arqueólogo, explicó que las
arenas del cerro Unita tienen un color especial, pero que éste cambia de
inmediato cuando vehículos o visitantes a pie pasan sobre ellas. "Se
instalaron bajo el cerro y empezaron a bailar, a modificarlo. Venían de Huara,
al parecer eran turistas, krishnas, algunos colombianos. Tenían bongós y
cantaban Jallalla Pachamama. Uno escuchaba la música y era algo
tragicómico", dijo el profesional, quien llegó hasta el lugar junto a
Carabineros.
Como era tarde, contó, fue difícil apreciar el
daño, pero con la luz del día el efecto se hizo evidente. "Los líderes del
grupo se autodesignaban como autoridades espirituales, yatiri. Con los pies
dibujaron unos círculos, unas veinte personas. Andaban en dos vehículos. Una
persona dijo que era turista y que todo lo hecho era terrible", agregó.
Anyelina Tapia, de la comunidad de Huarasiña,
liderada por Eduardo Relos, aclaró que pocas veces visitan el lugar, porque el
respeto es lo primordial.
"Si se hace un rito, siempre lo hacemos con
los primeros rayos del sol. Fue como una mofa de algo tradicional que para
nosotros tiene mucho valor. Pedimos permiso a los Tata, a la tierra y de ahí
subimos, siempre lo primero es el respeto", reconoció.
Además, un montículo de piedras del asentamiento
arqueológico fue intervenido. "La alteración no solo se relaciona a los
geoglifos, sino a todo alrededor, paraderos y senderos ceremoniales", dijo
Pérez. Para el arqueólogo, esto es peor que cuando alguien dibujó un ombligo a
la figura antropomorfa, o cuando el concejal de Pozo Almonte, Luis Martínez,
escribió su nombre en los faldeos.
Cerco perimetral
Justo antes de lo ocurrido, el pasado jueves 2 y a
pocos días de celebrado el Día del Patrimonio el 29 de mayo en todo el país, el
Consejo Regional de Tarapacá revisó en qué está la discusión sobre el muro
perimetral que busca resguardar los alrededores del geoglifo.
En esa oportunidad, el director regional de
Arquitectura, de la Secretaría Regional Ministerial de Obras Públicas, Vladimir
Urias, explicó que aún no es posible liquidar el contrato con la empresa
Frontanilla y Orellana, firma a cargo de las obras, y que se declaró en quiebra
en 2014. Ahora se evalúa conformar una mesa técnica con el fin de "apurar
el tranco".
"Es un patrimonio que requiere urgente
protección. Está la necesidad de instalar una mesa técnica en la que todos
podamos cooperar, ayudar y empujar para que esto se despeje y se cierre",
adelantó.
Urias habló de redireccionar el proyecto tomando
observaciones de las comunidades originarias, por lo que destacó que la
Corporación Nacional de Desarrollo Indígena pueda ocupar un lugar relevante en
esta mesa de trabajo.
"Hay un tema que es puntual: la participación
indígena. En virtud de eso, es importante que se considere la opinión de las
organizaciones porque es un patrimonio de los pueblos originarios",
reconoció el subdirector norte de Conadi, Isidro Mamani.
Para retomar las obras, el contrato deberá quedar
liquidado, lo que será zanjado por la Contraloría General de la República.
"La mesa técnica debiera ayudar a avanzar más rápido con ello",
agregó Urias.
Mauricio
Torres Paredes
La Estrella de Iquique
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