HACE
50 AÑOS UN EDITOR DE DAMASCO PUBLICÓ UN TEBEO CON LA VIDA DEL PROFETA... NADIE
PROTESTÓ
EL
CORÁN NO PROHÍBE LAS IMÁGENES DE MAHOMA. LA LIBERTAD SE TRUNCÓ CON LA FATUA A
RUSHDIE
EN
1990 HUBO UN INTENTO DE CORÁN EN VIÑETAS
Hubo un tiempo en que
publicar un tebeo sobre Mahoma no era blasfemia. De eso no hace más de medio
siglo. Crónica tiene, y muestra sobre estas líneas, la prueba en papel de
revista: en sus páginas el profeta aparece montando a caballo, charlando con
sus discípulos... Puro cómic. Y obra, además, de musulmanes. A nadie se condenó
por ello, ni se amenazó, ni mucho menos se asesinó.
El atentado contra Charlie
Hebdo ha revivido una polémica reciente, pero la publicación de cómics sobre la
vida de Mahoma no es una novedad. "Hace 50 años, un eminente intelectual
musulmán de Damasco, Salah al Din al Munajjid, creó una colección de biografías
de grandes figuras del islam, y la primera fue consagrada al profeta",
señala François Zabbal, redactor jefe de la revista Qantara, editada por el
Instituto del Mundo Árabe de París (IMA). "La vida de Mahoma apareció en
los 60, editada por su propio sello, Dar al Kitab al Jadid, en Beirut, e
inspirándose claramente en el cómic de la época... La misma época que, sin
duda, ha nutrido a los caricaturistas asesinados".
Al Munajjid (1920-2010) se
habría sorprendido si hubiera sido acusado de sacrilegio. Su colección
"estaba destinada a los niños musulmanes de todos los países, con el fin
de explicarles la vida de los grandes hombres del islam, en un estilo narrativo
atractivo y simple", señala Zabbal, que publicará una investigación sobre
este cómic.
Se trata, por tanto, de una
motivación cultural e histórica. Al Munajjid lo explica en el prefacio:
"Lo que nos ha movido a publicar esta colección es la constatación de que
nuestros niños y estudiantes tienen una necesidad acuciante. Porque no
encuentran libros que les instruyan ni revistas que convengan a su espíritu y
sus costumbres, ni relatos que narren las glorias de su nación y la grandeza de
sus ancestros".
"Es claramente una
colección para instruir de forma atractiva, una colección cultural que
proporciona modelos de comportamiento y muestra que estos hombres del pasado se
convirtieron en grandes gracias a los principios del islam. Y todo comienza,
naturalmente, por Mahoma, el primero de los grandes personajes", precisa
Zabbal.
Al Munajjid consagró su vida
a la edición de textos árabes antiguos del patrimonio cultural o turaz, tanto
religiosos como no religiosos. Este editor damasceno aplicó las técnicas
modernas a la difusión de la cultura islámica. "La representación de
imágenes no está prohibida en el islam; el Corán no dice nada sobre ello. Sólo
a partir de Salman Rushdie comenzó a hablarse de blasfemia", dice Zabbal
desde su despacho, cubierto de papeles y libros.
'La representación de
imágenes no está prohibida en el islam; Sólo a partir de Salman Rushdie comenzó
a hablarse de blasfemia', dice Zabbal
Para los musulmanes más
conservadores, la representación en imágenes de Mahoma es un anatema, algo que
se relaciona con la prohibición de adorar falsos ídolos. En el Corán no está
escrita expresamente esta prohibición, y tampoco la proscribe la sunna, la
colección de palabras y acciones del profeta que constituye un corpus diferenciado
del Corán. En los hadices, los dichos del profeta, recopilados por Mohamed al
Bukhari (810-870) se detallan episodios de la vida del profeta en los que la
tradición se basa para excluir las imágenes de los lugares de culto. Así, la
tradición se ha impuesto y las imágenes se asocian a los ídolos que el libro
sagrado sí prohíbe adorar expresamente.
Con Los versos satánicos de
Salman Rushdie (1988) todo cambió. El mundo musulmán se alzó contra la supuesta
irreverencia con la que se trataba al enviado de Alá. Hubo protestas y
prohibiciones de la obra de India a Sudáfrica y de Pakistán a Qatar. El ayatolá
Jomeini leyó una fatua instando a la ejecución de Rushdie, por blasfemo y
apóstata. El escritor pasó años bajo protección.
Se da la circunstancia de que
el islam chií, mayoritario en Irán, sí difunde imágenes piadosas de sus santos.
En todas partes se puede ver tanto representaciones de Mahoma como del imam Ali
-nieto y yerno del profeta- y de su hijo, el imán Husein. Sus efigies incluso
se transportan en procesión. En el caso de los caricaturistas de Charlie Hebdo,
ninguna fatua ha sido invocada. El director de la revista se encontraba en la
lista negra de Al Qaeda, junto a otros ocho objetivos que eliminar por
"haber insultado al islam".
Zabbal recuerda que, un
cuarto de siglo más tarde que Al Munajjid, en enero de 1990, el tunecino Yusef
Seddik vio cómo las autoridades del Consejo Superior Islámico de Túnez
prohibían su proyecto de publicar el Corán en viñetas. El affaire Rushdie había
acabado de golpe con la libertad de décadas atrás.
François Zabbal en su despacho, redactor jefe de la revista Qantara que ha realizado la investigación sobre el cómic de Mahoma. ROSA MENESES
Ver viñetas y su traducción:
http://www.elmundo.es/cronica/2015/01/18/54ba3d7822601dd46a8b456e.html
Ver viñetas y su traducción:
http://www.elmundo.es/cronica/2015/01/18/54ba3d7822601dd46a8b456e.html
Fuente: El Mundo de España
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