jueves, 23 de agosto de 2012

SOLO EL TIEMPO ....


AUSTRALIA REDIMIO AL BLANCO QUE SE LA JUGO POR LOS NEGROS 

44 años tuvo que esperar la familia de Peter Norman, el velocista perseguido por apoyar a los "Panteras Negras

Sólo el tiempo ha podido redimir al atleta australiano Peter Norman frente a su propio país, que en 1972 lo castigó y dejó fuera de los Juegos Olímpicos, en una clara actitud de discriminación política. En los 200 metros de México 1968, el fallecido velocista protagonizó uno de los episodios más controvertidos de los Juegos Olímpicos, junto a los estadounidenses Tommie Smith y Juan Carlos.

Eran tiempos difíciles para los afroamericanos. Tres años antes había sido asesinado en Manhattan el influyente activista Malcolm X y, pocos meses antes de los Juegos Olímpicos, un fanático segregacionista había hecho lo propio con el Premio Nobel de la Paz, Martin Luther King. Como respuesta, las comunidades afroamericanas habían formado el Partido Pantera Negra, que en 1969 sería declarado “Enemigo Público” número uno del FBI.

En ese contexto fue que la tríada de atletas decidió protestar ante todo el mundo en contra del racismo y en solidaridad con las comunidades afroamericanas oprimidas. Smith y Carlos subieron al podio y usando guantes de cuero negro, símbolo de los Panteras Negras, levantaron sus puños. La acción fue completada por el australiano Peter Norman, atleta blanco que lució junto a su medalla de plata una insignia de la OPHR, siglas en inglés del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos.

La imagen dio la vuelta al mundo y generó gran controversia. Smith y Carlos fueron expulsados de la Villa Olímpica y recibieron amenazas de muerte. Sus amigos desaparecieron por miedo a perder sus “amistades blancas y sus puestos de trabajo”. Con 11 récords del mundo, Smith solo encontró trabajo lavando autos en un estacionamiento y su jefe le despidió porque nadie quería trabajar con él. La mujer de John Carlos se suicidó. El Comité Olímpico nunca les apoyó. “Destruyeron nuestras vidas. Todo por pedir que las personas seamos iguales”, recordaba Smith en una entrevista a el diario El País.

En Australia, Norman vivió su propio calvario. Los sectores más conservadores lo acusaron de irresponsable y ejercieron presión para terminar con su carrera deportiva, ya que lejos de retractarse, Norman extendió la protesta a los pueblos originarios australianos. “El país no hizo lo correcto con él. No se le ha dado el reconocimiento a alguien que hizo tanto por la igualdad racial”, comentó el parlamentario laborista Andrew Leigh, que llevó la causa a la cámara australiana con el apoyo de la familia de Norman.

El atleta, fallecido en 2008, recibió un homenaje del parlamento australiano que reconoció la injusticia ante su madre, de 91 años, y su hermana.

“El saber que Norman, un blanco australiano, estaba allí haciendo lo correcto debería hacernos sentir orgullosos. Nunca se le han reconocido sus éxitos y se enfrentó a una gran cantidad de críticas de la élite conservadora”, añadió Leigh.

Fuente: La Hora





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