lunes, 10 de octubre de 2011

UN PREMIO CONTROVERTIDO

LAS HISTORIAS DESCLASIFICADAS DE LOS NOBEL

Una insólita situación se vivió el lunes cuando se otorgó el Nobel de Medicina 2011 a un canadiense que tres días antes había muerto sin que la Academia Sueca se enterara. Hoy, el premio cayó en manos de tres mujeres, pese a que las estadísticas le juegan en contra a las féminas. Aquí, los datos que se esconden tras el importante galardón.
por: Diego González, La Segunda viernes, 07 de octubre de 2011

Las dinastías -y los genes- tras el premio

No debe ser fácil ser un Curie. Y es que la vara quedó muy alta. Ampliamente conocida es la historia del matrimonio entre los científicos Pierre y Marie Curie que, debido a sus descubrimientos, revolucionaron al mundo introduciendo la radiactividad y ganaron el Nobel de Física en 1903. Con el paso del tiempo, las investigaciones de Marie Curie -ya viuda- le valieron en 1911 un segundo Nobel, pero esta vez de Química.

Sin embargo, la historia no para ahí.

Irène -la única hija del matrimonio- se interesó en los estudios de sus padres y junto su marido, Fréderic Joilot , lograron avances en el campo de la radiactividad. El resultado: el matrimonio Joilot-Curie también recibió el Nobel de Química en 1935.

Aparte de los Curie, también han existido otros matrimonios destacados por el Comité Nobel: Carl y Gerty Cori (Medicina 1947); y Gunnar y Alva Myrdal (Economía 1974 y Paz 1982).

Además, también están los orgullosos padres cuyos hijos siguieron sus pasos. Tales son los casos de William y Lawrence Bragg (Medicina 1915); Arthur y Roger Kornberg (Medicina 1959 y Química 2006); Niels y Aage Bohr (Física 1922 y 1975); Manne y Kai Siegbahn (Física 1924 y 1981); Hans y Ulf von Euler-Chelpin (Química 1929 y Medicina 1970); y Joseph y George Thomson (Física 1906 y 1937).

Finalmente, están los hermanos Jan y Nikolaas Tinbergen, que ganaron los premios de Economía (1969) y Medicina (1973), respectivamente.


Los encarcelados que fueron premiados y los que tuvieron que rechazar el galardón

La política inevitablemente ha estado ligada a los premios Nobel, particularmente al galardón de la Paz.

Por ese motivo, en varias ocasiones la distinción a políticos encarcelados ha sacado ronchas en los gobiernos locales, quienes han llegado al extremo de obligar a los laureados a rechazar el Nobel.

El primer caso fue el del pacifista alemán Carl von Ossietzky , quien fue elegido en 1935 Nobel de la Paz justo cuando se encontraba preso por espionaje y traición a la patria.

Los nazis trataron de que Von Ossietzky rechazara públicamente el premio, pero, todo lo contrario, Von Ossietzky fue capaz de filtrar una carta donde aceptaba simbólicamente la distinción.

Enfurecido, Adolf Hitler decretó ese mismo día que todo alemán tenía prohibido aceptar un Nobel en el futuro.

En ese escenario, otros tres alemanes se vieron obligados a rechazar la distinción.

Richard Kuhn (Química 1938), Adolf Butenandt (Química 1939) y Gerhard Domagk (Medicina 1939) declinaron por las presiones del régimen nazi.

Una vez caído el Reich, viajaron a Estocolmo a recibir sus diplomas y medallas, pero no el premio financiero.

Algo similar sucedió con el escritor ruso Boris Pasternak cuando fue distinguido con el Nobel de Literatura en 1958. En un principio, Pasternak aceptó el galardón.

Sin embargo, las autoridades de la Unión Soviética lo presionaron y amenazaron, por lo que terminó rechazándolo.

Otro caso tras las rejas fue el de la activista de Burma, Aung San Suu Kyi , quien en 1991 se enteró de su elección como Nobel de la Paz mientras cumplía arresto domiciliario desde 1989 por sus acciones opositoras a la junta militar gobernante. Ella quedó en libertad recién en noviembre de 2010.

El tercer y más reciente caso es el del Nobel de la Paz del año pasado.

Se trata del activista de derechos humanos chino Liu Xiaobo , arrestado en su país, quien fue premiado en una simbólica ceremonia donde su diploma y medalla fueron puestos sobre una silla vacía.
Hasta hoy, Xiaobo sigue preso.

817 premiados: el más joven tenía 25, el más viejo 90 y sólo 41 fueron mujeres

Entre 1901 y 2010, la Fundación Nobel ha repartido 543 premios a 817 personas y 23 organizaciones.

Esta diferencia entre galardones y triunfadores se explica porque en muchas ocasiones un mismo premio se otorga hasta a tres personas.

De los 817 premios entregados a personas particulares, 776 han sido para hombres y sólo 41 para mujeres.

De todos ellos, el australiano Lawrence Bragg se convirtió en la persona más joven en recibir un Nobel. Tenía 25 años cuando, en 1915, ganó el galardón de Física junto a su padre, William Bragg, por sus avances en los fenómenos de refracción y difracción de los rayos X.

En el otro extremo, el ruso Leonid Hurwicz es el más viejo ganador de un Nobel, al recibir el premio de Economía de 2007 cuando tenía 90 años de edad.

Chilenos: Mistral no tenía qué ponerse y Neruda se compró una casa en Francia

Un anecdótico momento vivió Gabriela Mistral en Suecia cuando viajó para recibir el Premio Nobel de Literatura en 1945. En ese entonces, la sueca Beritta Sjörberg era secretaria de la embajada chilena en Estocolmo y fue comisionada para ser la anfitriona de la poetisa durante su estadía en el país nórdico.

La sueca radicada en Chile contó que el mismo día de la premiación, Mistral le pidió ayuda ya que se dio cuenta de que no tenía un vestido adecuado para la importante ceremonia de esa noche. "Me pidió que le fuera a comprar un vestido muy particular: que fuera negro, de terciopelo, manga larga y que le llegara hasta los pies", recuerda.

Ella cumplió con el encargo y, días después, la tienda donde adquirió la prenda colgó una foto de la poetisa recibiendo el premio y escribieron: "Aquí se vendió el vestido de la Premio Nobel de Literatura".

Para su funeral, según Sjörberg, Mistral fue vestida con el mismo traje con el que recibió el galardón de manos del rey sueco Gustavo V.

Tras abandonar Suecia, la poetisa fue nombrada cónsul en Los Angeles, Estados Unidos. Allí usó parte de las 121.333 coronas suecas (hoy cerca de US$ 340 mil, unos $180 millones) del premio para comprarse una casa en Santa Bárbara, California.

Algo similar ocurrió con el segundo Nobel chileno, el poeta Pablo Neruda . En 1971, el entonces embajador en París fue informado en persona por el representante sueco en la capital francesa de que había ganado el premio de Literatura.

Con las 450.000 coronas suecas del galardón (hoy cerca de US$ 450 mil o $238 millones), Neruda se compró una casa en la región francesa de Normandía, a una hora y media de París. Bautizada por el poeta como "La Manquel", era una dependencia menor del castillo del duque de Rohan, que fue adaptada por un arquitecto como casa de campo.

Los que dijeron "No, gracias"

Sólo dos personas han rechazado por voluntad propia un Premio Nobel.

Se trata del escritor francés Jean-Paul Sartre (Literatura 1964) y el político vietnamita Le Duc Tho (Paz 1973).

Cuando era candidato al premio, el filósofo Sartre (en la foto) envió una carta al Comité Sueco pidiéndole que lo sacaran de la lista ya que no quería el galardón y lo rechazaría en caso de ser ganador. Sin embargo, su carta fue omitida.

En ella, explicó que no quería "ser transformado por el premio", ni tomar partido en "una lucha cultural entre Oriente y Occidente, aceptando el premio de una institución occidental tan prominente".

Posteriormente, el francés debió recluirse en una casa rural de Alsacia, para escapar del asedio de la prensa que estaba fascinada con el primer caso de un Nobel que rechazaba voluntariamente su distinción.

Luego, en 1973, el vietnamita Le Duc Tho (que fue el jefe de las negociaciones con Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam) fue premiado con el Nobel de la Paz en conjunto con el Secretario de Estado americano, Henry Kissinger , por haber sido capaces de llegar a un armisticio que puso fin a dicho conflicto bélico.

En un escueto comunicado, Le Duc Tho rechazó el galardón ya que "nunca hubo un acuerdo de paz ni un armisticio con Estados Unidos: Vietnam ganó la guerra". Por su parte, Kissinger aceptó la distinción y viajó a Oslo a recibirla.

Cruz Roja ha recibido tres veces premio de la Paz

El Comité Internacional de la Cruz Roja tiene el récord de premios. En tres ocasiones ha recibido el Nobel de la Paz por sus esfuerzos humanitarios (1917, 1944 y 1963). Esto, sin contar el galardón que se le entregó a su fundador, Henry Dunant (1901).

Otros ganadores múltiples han sido: Marie Curie (Física 1903 y Química 1911), John Bardeen (Física 1956 y 1972), Frederick Sanger (Química 1958 y 1980), y la Agencia de la ONU para Refugiados (Paz 1954 y 1981).

El estadounidense Linus Pauling recibió el de Química en 1954 y posteriormente el de la Paz en 1962, por su colaboración en desarme militar. Es la única persona que ha sido galardonada dos veces con premios individuales.

El impacto de los ganadores: Uno pidió pruebas y otro se enteró en pleno vuelo

Bastante curiosos han sido los momentos en que los ganadores del Premio Nobel han sido contactados por la Academia Sueca para informarles de su galardón.

Tal es el caso del británico James Mirrlees (Economía 1996), quien asegura que recibió la llamada mientras estaba en Cambridge, pero que al oír la noticia no le pareció creíble. "Muy educadamente sugerí que era poco probable y que necesitaba pruebas al respecto", recuerda riendo y agrega que le pasaron el teléfono a alguien de la Academia que él conocía y que así tuvo la evidencia que exigía.

Una experiencia completamente opuesta fue la vivida por el suizo Richard Ernst (Química 1991) quien, al momento de su elección, se encontraba en vuelo de Moscú a Nueva York. "En la mitad del viaje el capitán caminó por el pasillo, se me acercó y me dijo que gané el Premio Nobel. Después tuve que ir a la cabina, me contactaron de la Academia, me entrevistaron de la Radio Suiza y luego hablé con mi familia", contó el químico en una conferencia de prensa en 1991.

En cambio, el alemán Günter Grass fue sorprendido en un momento incómodo cuando le avisaron sobre su triunfo (Literatura 1999). El escritor ha reconocido públicamente que ese día estaba saliendo atrasado a una hora con el dentista cuando sonó el teléfono y le informaron desde Estocolmo de su distinción. Tremendamente agradecido, Grass terminó abruptamente la conversación, colgó y, a pesar de la euforia del momento, partió raudo a su cita con el dentista. Recién de vuelta, con la cara medio anestesiada, se enfrentó a los medios. "La vida continúa", explicó.

El único incidente

Cuando el estadounidense Milton Friedman se paró de su asiento para recibir el Premio Nobel de Economía, en 1976, un activista de izquierda infiltrado en la tribuna de invitados comenzó a gritar "Friedman go home!" ("Friedman ándate a casa"), produciendo gran incomodidad entre los cientos de asistentes y el propio galardonado. A la fecha, esa ha sido la única interrupción en la historia de la premiación de los Nobel.


Fuente: La Segunda




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