LOS
ACTOS SE CELEBRARON EL PASADO SÁBADO CON EL PERMISO DEL AYUNTAMIENTO DE GRANADA
La
polémica desatada el pasado sábado en Granada a raíz de una oración musulmana
ante la Inmaculada Concepción para celebrar el fin del Ramadán, tuvo ayer su
respuesta. Fue mediante un acto de desagravio con el rezo del Santo Rosario en
el mismo lugar, que fue cedido por el Ayuntamiento a la comunidad musulmana
para la oración.
La
convocatoria respondió a una reacción espontánea, apoyada por el partido
político Vox. A este llamamiento respondieron unas doscientas personas, y el
acto religioso discurrió con normalidad.
Aunque
fue convocado como un acto integrador y fraternal, lo cierto fue que muchos lo
interpretaron como un ataque. Algunos por el rezo en sí y otros por la
ubicación elegida para el mismo, en los jardines del Triunfo, donde antaño se
erigía una mezquita y hoy están presididos por una estatua de la Inmaculada
Concepción.
El
acto de desagravio -para reparar la ofensa- fue desautorizado por el propio
arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez, que defendió ayer en un
comunicado la libertad religiosa como «un bien supremo» que la Iglesia protege:
«Los cristianos no hacemos desagravios por la oración de fieles de otras
confesiones». Igualmente, las comunidades cristianas de Granada rechazaron este
acto de desagravio por «islamofóbico».
«Actos
criminales»
También
el líder espiritual de los musulmanes locales, Sheij Ahmed Bermejo, imán de la
Mezquita mayor de Granada, emitió un comunicado en el que lamentaba la polémica
suscitada: «Queríamos demostrar que el Islam es convivencia, apertura y
generosidad, porque el Islam te llama a eso, a convivir con tus vecinos sin
ningún tipo de problema ni enfrentamiento». Ahmed recordó que su religión «está
totalmente alejada de esas barbaries y actos criminales que vemos
desgraciadamente tan a menudo». ABC
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