SE RESUELVE EL MISTERIO DE LA TRAGEDIA DEL DIRIGIBLE HINDENBURG
El 6 de mayo de 1937 es una
fecha que quedó grabada en la memoria de miles de personas. Era el día previsto
para que el dirigible Hindenburg llegase a los Estados Unidos y tomase tierra
en la Estación Aeronaval de Lakehurst en Nueva Jersey.
Pero un trágico y misterioso
accidente hizo que un incendio lo destruyese en cuestión de segundos ante los
ojos atónitos de docenas de personas que hasta allí se habían trasladado para
ver en directo la llegada del esperado zeppelín. También se encontraban
numerosos medios de comunicación que fueron testigos y pudieron retransmitir en
directo, y para todo el mundo, el desgraciado acontecimiento.
El que debía convertirse en el
medio de transporte perfecto y que estaba avalado por el gobierno de Adolf
Hitler terminó ahí su singladura, poniendo el gobierno alemán fin a este tipo
de transporte aeronáutico por el que habían realizado una importante apuesta de
futuro.
Mucho se criticó en su día
(por su peligrosidad) el uso de hidrógeno en el dirigible, cuando todos los
expertos aconsejaban que se utilizase helio, pero debido a unas disputas con el
gobierno estadounidense, que era el que controlaba las reservas de éste gas,
los alemanes tuvieron que arriesgarse para poner en funcionamiento su gran
proyecto aeronáutico para transportar pasajeros de un lado al otro del Océano
Atlántico.
De hecho, ese era el noveno
viaje que realizaba el Hindenburg hacia el continente americano, aunque en los
otros el punto de destino fue Brasil.
Ese fatídico 6 de mayo estaba
todo preparado para la llegada del dirigible, el cual transportaba a 97
personas (36 pasajeros y 61 miembros de la tripulación). Un viaje entre
Alemania y Estados Unidos que debía ser recordado por haber sido uno de los más
rápidos en cruzar el Atlántico, haberse servido el primer catering aéreo de la
historia o convertirse en el modo de transporte perfecto.
Pero la llegada a su destino
no fue tan perfecta como se pensaba. Una tormenta dificultaba que pudiese
descender en condiciones y tras un largo tiempo de espera se decidió realizar
la maniobra de amarre a la estructura de la torre. Instantes después, a las
19:25h, el Hindenburg comenzaba a arder, falleciendo 35 de las personas que se
encontraban a bordo.
Durante los tres cuartos de
siglo que han transcurrido desde entonces, múltiples han sido las teorías que
han ido apareciendo de cuál podría haber sido el motivo principal y real de
este trágico acontecimiento, no llegando los expertos a ninguna conclusión
definitiva.
La mayoría de los mismos lo
achacaban a las inclemencias meteorológicas y al hecho de haberseamarrado a la
estructura, la cual hizo de toma de tierra ¿un escape fortuito de hidrógeno?
¿Un sabotaje? (la teoría más apoyada por el gobierno alemán y los amantes de
las teorías conspiratorias) ¿o quizás fue a causa del Fuego de San Telmo?.
Recientemente Jem Stansfield,
un ingeniero británico de 37 años, ha realizado varias pruebas con una serie de
dirigibles que ha construido a escala del original (hay que tener en cuenta que
el LZ 129 Hindenburg medía 245 metros de largo).
Tras numerosas pruebas y horas
de investigación ha llegado a la conclusión de que el sabotaje quedaba
descartado como motivo del accidente, apuntando a una fuga de hidrógeno a causa
de una válvula defectuosa (o quizás un cable que se soltó) haciendo llegar gas
hasta el conducto de ventilación. La electricidad estática del exterior hizo el
resto, provocando el chispazo que hizo explotar al dirigible, ardiendo por
completo en unos escasos cuarenta segundos.
Una de las incógnitas también
resueltas es el porqué no murieron todos los que iban a bordo y es porque, tras
la explosión, se produjo la rotura de los depósitos de agua que llevaba el
Hindenburg, cayendo el líquido sobre las personas que allí se encontraban.
Las conclusiones de estas
investigaciones se han dado a conocer a través de un documental emitido por el
canal de televisión británico Channel 4.
Alfred López, Yahoo
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