LA
ENIGMÁTICA ISLA PROHIBIDA PARA LAS MUJERES Y REPLETA DE RATONES DEPREDADORES
QUE SERÁ PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
El lugar es habitado por
monjes de la religión okitsu, una desconocida creencia nipona que es parte del
sintoísmo.
Okinoshima es una pequeña isla
japonesa que será declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pese al
rechazo que generó la medida en diferentes organizaciones.
El lugar es habitado por
monjes de la religión okitsu, una desconocida creencia nipona que es parte del
sintoísmo y que cuenta solamente con tres santuarios en el mundo, siendo uno de
ellos en ese enigmático pedazo de tierra.
Allí son amos y señores,
definiendo que solamente 200 personas al año podrán visitar el lugar, contando
solamente el 27 de mayo como el día para conocer el área.
Pero no todos pueden ingresar ya que está
prohibido para las mujeres. ¿La razón?, la menstruación. “Hay varias
explicaciones para la sanción, pero algunos dicen que es porque la menstruación
mancharía el santuario. Para el sintoísmo, la sangre es impureza”, señaló un
experto al Japan Times.
Esto ha generado el rechazo de
diferentes organizaciones, pero la Unesco se ampara a la tradición existen en
la isla y en los artefactos que los monjes crean en el lugar.
No solamente viven los monjes
Okinoshima se caracteriza
además por la masiva presencia de ratones en la zona. El lugar estaba
antiguamente lleno de aves, quienes aprovechaban la vegetación para vivir
plácidamente.
Sin embargo, comenzaron a ser
atacadas despiadadamente por ratas depredadoras, lo cual hizo que emigraran del
lugar. Además, a los monjes no les molesta su presencia en el área.
Y difícilmente la situación
cambie, ya que los habitantes de la isla no quieren que la tranquilidad se
vaya. “No abriríamos Okinoshima al público incluso si es inscripta en la Unesco
como patrimonio cultural porque la gente no debería visitarla por curiosidad”,
indicaron desde el santuario.
Okinoshima. AFP * Por: Christian Monzón
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