LA DESPROPORCIÓN DE LA FE
Congestión vehicular, descoordinación y decepción de los
comerciantes fue lo que dejó la celebración del día de la Inmaculada
Concepción, a la que llegaron cerca de un millón de personas de todo el país.
Como todos los años, Lo Vásquez fue lugar para escuchar y
conocer conmovedoras peticiones a la virgen. Sin embargo, las mandas de este
año pasaron a segundo plano, ya que desde el minuto uno se escucharon críticas
hacia las autoridades, no sólo de parte de los comerciantes, también de parte
de los conductores del transporte público.
"Yo salí de Valparaíso a las 10:35 y vengo recién
llegando", indicaba David Hernández, a las 13 horas del día de ayer. Este
colectivero, encargado de llevar a los peregrinos hasta el templo, agregó que
en años anteriores, a la misma hora ya había realizado tres viajes desde el
puerto hacia el santuario.
Pero el caos había comenzado la noche del miércoles,
cuando carabineros cortó simultáneamente múltiples rutas, complicando no sólo
la entrada a la ciudad de Valparaíso y Viña del mar; sino también la llegada a
sus hogares para los habitantes de Placilla y Curauma, quienes tuvieron que
afrontar tacos de hasta 4 horas.
Ya en la mañana y con personas caminando por las pistas
de la Ruta 68, la congestión vehicular produjo que los peregrinos tardaran
hasta tres horas en llegar al templo generando inmediatamente molestias con los
organizadores.
Al paso de las críticas de los asistentes, salió el
general de la quinta comisaría de Casablanca, Jaime Barría, quien explicó que
todas las planificaciones y coordinaciones eran para privilegiar la seguridad.
"Nosotros siempre privilegiamos la seguridad y en
eso debo decir que hasta el momento ha estado muy bueno el servicio",
aseguró.
Para la autoridad policial, el gran problema de ambas
jornadas fue la cantidad de vehículos que llegaron a la región con motivo del
feriado. "Las vías son las mismas, la cantidad de vehículos aumenta año a
año", explicó el general de carabineros.
Mal, todo mal
Hace 35 años que María Vicencio camina a Lo Vásquez para
pagar sus mandas y la sensación que le queda este año es que este día religioso
ha cambiado para mal.
"Esto está muy malo, ésta es una fiesta religiosa y
debería respetarse como tal, no venir a hacer comercio más que nada",
sentencia.
Sin embargo para los comerciantes el día de la Inmaculada
Concepción no sólo es una día de fe, también es una importante fuente de
ingresos para ellos y sus familias. Por lo que no dudan en pagar los permisos,
que este año ascendieron a cerca de 200 mil pesos, con el fin de vender sus
productos al millón de personas que llega al templo.
"Los invito a comprar chiquillos, tenemos bebidas,
helados artesanales, venga y compre", es el llamado de Luis, un
comerciante que junto a su amigo ecuatoriano decidieron poner un puesto en Lo
Vásquez.
"Ha estado malo, la gente anda con mala actitud, si
tu los ves andan con las manos en los bolsillos", explica. Agrega que otro
factor que opacó el día de ventas, y con el que están de acuerdo la mayoría de
los comerciantes; fue la alta presencia de vendedores ambulantes en la zona.
Con respecto a esta situación, el general Barrías explicó
que están "efectuando la labor que corresponde para aquellos comerciantes
ambulantes, notificándoles infracciones".
Por la salud
Silvia ya no puede más, sus piernas ya no responden, pero
sigue adelante; además de recibir la ayuda de personal de la Cruz Roja, recibe
el ánimo de su marido, quien cada cierto tiempo le dice "vamos Silvia, ya
falta poco".
"Virgencita, bajo tu amparo me postro a tus
pies", repite esta mujer mientras se arrastra hasta la imagen de la
virgen, acto de fe que ha realizado por más de 30 años.
Cristina caminó desde Curacaví. Cuando estuvo en la
entrada del templo, se sentó en los peldaños de la escalera de entrada y
comenzó a pagar su manda, arrastrándose de espalda.
"Rezo por mi familia, por su salud y por la mía, es
lo único que le pido a la virgencita", dice.
De la misma forma Marcela pide por su hijo. El joven, de
21 años, fue diagnosticado con leucemia y su madre le pide a la virgen que lo
sane.
"Virgencita cuídame a mi hijo, que se
recupere", repite esta mujer que viene de Santiago.
Quienes también vienen a pedir a la virgen, pero
decidieron hacerlo de una forma distinta, fueron los cientos de ciclistas que
ocuparon las pistas de la Ruta 68.
"Mi papá viene desde hace más de 30 años a pagar su
manda, él nos inculcó eso a nosotros", dice Pablo de 20 años.
Él, junto a su familia, pedaleó desde Renca hasta el
Santuario, como parte de una tradición familiar.
Los detenidos
La cifra de detenidos hasta la tarde de ayer ascendía a
19 personas.
Lo insólito fue la detención de dos personas, una por la
infracción a la ley de Aduanas, al encontrarlo en la posesión de 426 cajetillas
de cigarrillos de marca Jaisamel. Además de la retención de una persona que
vendía a los peregrinos pendrives con música, de reggeatón o bachata.
Carabineros confiscó los elementos y lo detuvo por infracción a la Ley de
Propiedad Intelectual.
Constanza R. Álvarez - La Estrella de Valparaíso
Nota de la Redacción: Con todos los respetos que merecen estas personas creyentes incluida su fe inalterable, y la situación que se crea todos los años en este lugar, se nos viene a la memoria el capitulo bíblico donde Jesucristo expulsa a los mercaderes del Templo cuando comprueba que su casa de oración de a convertido en un lugar de cambistas de monedas, ganado y palomas. Hoy en día se ofrecen otros artículos pero el paralelismo es similar.
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