UNA CÁMARA SECRETA EN LA
TUMBA DE TUTANKAMÓN PODRÍA DESVELAR UNO DE LOS MAYORES ENIGMAS DE EGIPTO
Un reputado arqueólogo afirma que existe un pasadizo
escondido en el lugar que daría acceso a los restos de la perdida cámara
funeraria de Nefertiti
Casi 100 años después de que Howard Carter descubriera la
tumba de Tutankamón (11º faraón de la 18ª Dinastía) en el Valle de los Reyes,
el reputado arqueólogo de la Universidad de Arizona Nicholas Reeves ha afirmado
que podría haber encontrado en ella una cámara secreta que desvelaría uno de
los grandes misterios del Antiguo Egipto. Y es que, según explica este investigador,
en ella podrían estar los restos perdidos de Nefertiti, hasta hace poco
considerada la madre del propio «Faraón niño» y reina de la región tras
contraer matrimonio con Akenatón.
Así lo ha afirmado el propio Reeves en una entrevista
concedida en exclusiva al «The Economist», donde este británico ha señalado
que, tras estudiar varias fotografías realizadas en alta resolución del
interior de la tumba, cree haber visto una pared con una serie de fisuras y
grietas. Aunque en principio no le dio mayor importancia a esta zona, ahora
afirma que podría corresponderse con una tapia mediante la que se cerró un
pasadizo que podría dar acceso a otra sala.
A pesar de que la cámara podría ser un antiguo almacén,
Reeves afirma que la presunta falsa pared cuenta con una serie de dibujos
religiosos que, usualmente, eran utilizados para proteger el cuerpo de un
fallecido. Debido a la cercanía de ambos dignatarios políticos en el tiempo,
este arqueólogo se ha aventurado a lanzar la hipótesis. Una teoría que, de ser
cierta, desvelaría qué fue del cuerpo de la reina.
«Se desconoce cómo murió y qué fue del cuerpo de
Nefertiti. Si se estudian los textos antiguos se puede ver que, repentinamente,
desaparece de ellos y su rol es tomado por un tal Smekhara. Se ha barajado la posibilidad
de que este fuera ella misma adoptando un papel masculino (algo que ya se había
hecho anteriormente), pero otros dicen que es imposible debido a que este
personaje se casó posteriormente con una de las hijas de Nefertiti. Que
contrajese matrimonio con una de sus hijas es altamente improbable», explica en
declaraciones a ABC Aroa Velasco, historiadora especializada en el Antiguo
Egipto y autora de la página Web «Papiros perdidos».
TODO ENCAJA
La teoría de Reeves encaja perfectamente con una serie de
irregularidades que siempre han desconcertado a los egiptólogos sobre la tumba
de Tutankamón. Entre ellas, destaca el que la cámara en la que fue enterrado es
considerablemente pequeña y solo un poco más grande que la antesala que da
acceso a ella. Así pues, tendría lógica que el lugar hubiera sido construido
para la reina (cuya habitáculo habría sido más grande) y, posteriormente, se
hubiera aprovechado una sala anterior para dar cobijo al cuerpo del hombre.
Con todo, lo cierto es que esto no parece demasiado
factible a Velasco, quien afirma que no se ha descubierto casi ningún
enterramiento similar en la zona. «De momento no se ha visto ninguna tumba de
estas características. Solo hay una excepción, las denominadas “cachett
reales”, pequeños escondites que se fabricaron dentro de tumbas y pirámides en
los que los sacerdotes escondían momias para evitar que fuese robadas. Pero en
ellas se amontonaban muchas», explica la experta a este diario.
Una cámara secreta en la tumba de Tutankamón podría
desvelar uno de los mayores enigmas de Egipto
Supuesta cámara en la que estaría enterrada Nefertiti
THE ECONOMIST
Esta teoría explicaría también por qué existen tantos
objetos dentro de la tumba que pertenecen a otros faraones de la época y fueron
reutilizados y adaptados para el «Faraón niño». A su vez, la suposición de
Reeves desvelaría también el por qué la zona tiene una disposición y una
orientación que únicamente se usaba en enterramientos de mujeres. «Al ponerlo
todo junto parece que todo encaja. Si me equivo, me equivoco, pero es
potencialmente el mayor descubrimiento arqueológico que se ha hecho sobre el
Antiguo Egipto», destaca Reeves.
Reeves ya ha causado controversia en el mundo de la
arqueología. Y es que, mientras que algunos egiptologos como Kent Weeks (quien
descubrió la mayor tumba conocida hasta la época en el Valle de los Reyes en
1995) afirman que es factible y fácilmente comprobable mediante un radar, a
otros les cuesta creerlo. Entre los escépticos destaca Velasco, a quien no le
convence la teoría: «La tumba está tan estudiada que me parece raro que se
pueda descubrir algo nuevo después de 100 años. Pero habrá que esperar». ABC
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