PROBLEMAS CON LA POLICÍA ALEMANA
SEGÚN DENUNCIAN ALGUNOS EX MIEMBROS, LOS MENORES HABÍAN
SUFRIDO CASTIGOS CORPORALES
La bucólica vida de los habitantes de la granja
Klosterzimmer, una comunidad que obedece a los dictados de la secta cristiana
Doce tribus, llegó a su fin en la madrugada del jueves pasado. Unos 100
policías allanaron el complejo, ubicado en Deiningen, en el sur de Alemania, y
se hicieron cargo de unos 40 niños, que según denuncias de ex miembros de la
secta, habían sido sometidos a castigos corporales.
La secta “Doce tribus” es una polémica organización que se
declara devota de la Biblia y uno de sus predicamentos es aleccionar a los
hijos con una pequeña varilla de caña con la que se inflinge dolor. Después de
la acción policial, la agrupación cuestionó en un comunicado la legalidad de la
acción policial.
Según un portavoz de la policía, varios ex miembros de Doce
tribus denunciaron que los niños estaban siendo sometidos a duros castigos
corporales por sus padres y por terceras personas. Tras la alerta, los agentes
acudieron a la granja donde residen los miembros del grupo y recogieron a los
menores, ahora bajo protección de la Administración, sin que los padres
opusieran resistencia. No se descarta que los niños pasen a familias de acogida
hasta que la justicia resuelva su futuro. La acción policial dejó al desnudo la
cara oculta de la comunidad, que vive desde hace 13 años en la granja en forma
autónoma y alejada del resto del pueblo.
Según reveló la policía, “los niños eran castigados con
ramas y ya teníamos denuncias desde hace mucho tiempo”. El director del juzgado
municipal de la región, Helmut Beyschlag, aseguró durante la rueda de prensa:
“El mes pasado recibimos denuncias concretas de seis testigos sobre los abusos
físicos que sufren los niños en la secta. Tenemos la sospecha de que los padres
abusaban de sus hijos”.
Los miembros de las Doce tribus negaron los hechos en un
comunicado. “La policía llego sin una acusación formal, ni tampoco pruebas. La
policía y las autoridades nos confrontaron con hechos consumados. ¿Dónde está
la base legal? No se puede hallar culpable a alguien con base a su asociación
religiosa y no se esgrimieron pruebas directas contra nadie”, escribieron en su
página web.
La secta, que fue fundada por un maestro de Tennessee en los
años 70, tiene entre 2000 y 3000 miembros en 10 países y predica una fiel
devoción a las enseñanzas de la Biblia. Los hombres que reciben el calificativo
de “hermanos” se dejan crecer el cabello y todos llevan barba. Las mujeres
—“hermanas”— se someten a los dictados de sexo masculino. Estos “hermanos” y
“hermanas” deben cumplir una larga jornada laboral, no reciben remuneración,
están obligados a renunciar a los bienes materiales y rechazan todas las
prestaciones sociales que ofrece el estado alemán.
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