viernes, 18 de diciembre de 2020

¿CASTIGO DIVINO?

EDITORIAL NOUFA N° 78

Varios son los escritos, mensajes y también algún llamado de teléfonos que me dicen tener la impresión que en este año se han desatado las fuerzas de lo oculto, lo maligno, lo imprevisible y grotesco para introducir un sentir de frustración, de desamparo y de confusión en la gente. Más de alguna de estas personas, me hacen alusión a libros sagrados donde aparecen desde las plagas de Egipto, hasta castigos de la propia naturaleza con desastres y catástrofes varias. ¿Qué puedo yo decirles? Soy un simple mortal tan indefenso como cualquier ser humano. 


No puedo dejar de mencionar que más de un pensamiento similar a pasado por mi cabeza al observar cómo va este mundo, los desastres ecológicos provocados por el propio hombre, el cambio climático cada vez más acusado ante algunos gobernantes que no toman medidas al respecto, todo lo contrario, se jactan diciendo que son mentiras a pesar que en aguas del Caribe, por ejemplo, se han duplicado las tormentas y huracanas con una potencia jamás vista. 


Sí, parece un castigo Divino, no cabe duda, La pandemia y las famosas vacunas que ahora se disputan los grandes laboratorios pensando en un negocio redondo, pues serán millones y millones de personas que acudirán a esta protección sin pensar que a lo mejor somos una parte de un engranaje que alguien manipula y se ha creado para eliminar unos cuantos millones de habitantes de este planeta, sin más. 


Como ven, también tengo pensamientos oscuros dentro de mí. Aunque el hombre siempre ha estado rodeado de desgracias, y estas grandes catástrofes han sido anunciadas por profetas de todo tipo, a mi parecer estamos en un circulo evolutivo, de repetición y de incomprensión entre nosotros mismos, que otras veces también ha sucedido, con la diferencia que ahora ante este mundo global que existe, todo nos parece cercano y nos alude a todos y nuestro propio entorno. 


Estamos a final de año, esperemos que este número 2020 que no ha sido propicio para nadie a nivel mundial, nos entregue una tranquilidad más intensa este próximo año, donde podamos reconvertir nuestras vidas, y haya un verdadero cambio en el ser humano, pues nada cambiará si nosotros no tenemos un cambio interno. 


Lo económico es importante, claro está, pero debemos adaptarnos a un mundo que será muy diferente luego de estos cambios que nos ha dejado esta pandemia. Una enfermedad nunca vista y que al parecer los científicos aún no terminan de definirla totalmente, el virus actúa de manera indefinida en algunas personas y no sabemos mucho los mortales como usted y yo. 


Amigos, ánimos para todos, y pensemos que ningún presidente cambia un país si su gente no tiene un sentir de colaboración, de evolución mental y remar todos para un mismo lado en estas situaciones límites. Usted y su familia se lo merece, sea quien sea la autoridad vigente, nosotros debemos mirar al futuro y cambiar esa sensación de un castigo divino que me han mencionado varios lectores. 


Hasta pronto amigos. Raúl Núñez

No hay comentarios:

Publicar un comentario