jueves, 3 de enero de 2019

LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL VIDENTE DE PEÑABLANCA

SECRETOS DE UN FINAL INESPERADO

Ya no podía hablar ni moverse. A duras penas, pedía que lo llevaran al baño o que lo vistieran. Sumido en el alcoholismo, Miguel Ángel o Karol Romanoff, quien hace algunos años conmocionó al país al afirmar que mantenía comunicación con la Virgen María, falleció. Deja más de 200 seguidores, quienes ya no deberán solventar su mantención.

Al tercer día de su muerte, el cuerpo de Miguel Ángel tenía un color amarillo ocre en la piel y llevaba un corte en la muñeca del brazo izquierdo.

Un día antes, María Isabel Aldónico, presidenta interina de la agrupación "Los Apóstoles de los Últimos Tiempos", que recluta a sus seguidores, le infligió un corte en las venas con un cuchillo de cocina, para comprobar el deceso.

Sus seguidores cuentan que Miguel Ángel padecía de catalepsia y que una vez les contó que, siendo niño, despertó en la morgue "con la guata toda dibujada, lista para cortar". Por eso, exhortó a sus "apóstoles" a certificar que ya estaba en el Más Allá.

La "prueba de vida" le valió a María Isabel una comparecencia ante la Fiscalía, para que explicara los detalles. Ni bien introdujo el utensilio en la piel, la sangre de Miguel Ángel salió a borbotones. Pensaron que aún vivía.

Así se lo hicieron saber a los médicos de la posta de Villa Alemana. Los doctores les explicaron que era un fenómeno post mortem, más aún si Miguel Ángel había fallecido luego de una hemorragia digestiva, derivada de la cirrosis hepática que padecía. Tenía 42 años.

Decía que era mujer y descendiente de un zar ruso

La muerte de Miguel Ángel Poblete Poblete, el joven que en 1983 remeció la fe del país completo al afirmar que era capaz de conversar con la Madre de Dios, y cuyas visiones dieron origen a la cuestionada devoción a la Virgen de Peñablanca, falleció el sábado 27 de septiembre en la parcela que sus seguidores le arrendaban en Villa Alemana. La primera en darlo por muerto fue una enfermera que era parte del grupo, quien le tomaba el pulso periódicamente. Luego vendrían los funcionarios de Investigaciones y los médicos.

Después no hubo más remedio que iniciar los trámites del sepelio. Sin dinero para el entierro, les prestaron cuatrocientos mil pesos que ya devolvieron.

El lunes 29, al llegar al Cementerio General, les fue imposible enterrarlo. "Jamás dijimos que iba a resucitar", aclara María Isabel, quien, ante el deceso del "vidente", quedó a cargo de la agrupación, que consta de personería jurídica otorgada el 23 de junio de 2006.

Ocurrió que intentaron sepultar a Miguel Ángel como Karol Romanoff, nombre que Miguel Ángel adoptó a fines de los años ochenta, pues afirmaba que en verdad era mujer y descendiente de un zar ruso, y que era la Iglesia la que le había obligado a ser hombre. En esas condiciones, este trámite era inaceptable para el cementerio. Sus seguidores no tuvieron más que conformarse con la idea de enterrarlo con su verdadera identidad, hecho que se produjo recién el martes 30.
Imagen: Miguel Ángel Poblete - Karole Romanoff

El martillo, las tenazas y el sacerdote de incógnito

El domingo 28, luego de introducir el cuerpo en el ataúd, un sacerdote viajó desde Santiago a Villa Alemana para celebrar una eucaristía de cuerpo presente, en su casa. Eso sí, debió ir con jockey y lentes oscuros, para pasar inadvertido. Los "apóstoles" se niegan a revelar su identidad, ya que el padre claramente podría estar afecto a una sanción. La Iglesia Católica no reconoce las apariciones -que coincidieron con una crisis económica y política en el país durante el gobierno militar- y concluyó, luego de una investigación encabezada por el ex Vicario para la Familia, monseñor Jaime Fernández, que todo había sido parte de un montaje.

Los "apóstoles" están lejos de ser una secta. María Isabel explica que son católicos, apostólicos y romanos, van a misa todos los domingos -además de un día adicional a la semana, por consejo de Miguel Ángel- y que rezan diligentemente. Visten de morado -no saben por qué- y su emblema es una cruz con un martillo y unas tenazas, "con las que uno clava a Cristo con las malas acciones, y le quita los clavos, con las buenas".

Incluso son capaces de orar en latín perfecto. Aseguran que todas esas enseñanzas vinieron del cielo, a través de las conexiones directas que tenía Miguel Ángel. "Ella era una mujer severa. Pero adoptaba una voz dulce cuando nos hablaba la Virgen María, o una voz masculina, si era Jesús. 

Cuando nos hablaba como ángel, toda la casa retumbaba", dice María Isabel, quien asegura haber visto cómo las hostias caían desde el cielo sobre la pequeña capilla que tenían en la casa, traídas por ángeles. "Una vez, un ángel le quitó una hostia al cardenal Ratzinger y nos la trajo", insiste. Afirma que ella vio una vez a Miguel Ángel recibir la comunión celestial.

Embajadores en el mundo

El féretro del "vidente", que se veló de lunes para martes en el cementerio, estuvo custodiado por seis miembros de su "ejército", los cuales se turnaban cada hora para cuidarlo y no permitir el ingreso de curiosos.

El ataúd permaneció abierto, pero hasta el último momento sus seguidores pusieron en el vidrio una foto suya, como Karol, cubriéndole el rostro.

Miguel Ángel había designado a cada uno de los miembros de su secta como embajadores de distintos países. Así, durante el entierro, se hicieron presentes los representantes de Rusia, Grecia, Chipre, Botswana, entre otros. Todos chilenos, por cierto. Él les había encomendado rezar por cada una de estas naciones. También, por "orden divina", debían comprar todos los periódicos diariamente. El "vidente" leía la prensa y gustaba mucho de ver el programa "La Jueza", de Chilevisión, a todo volumen.

"Alcohólico, hermafrodita y médico"

La argentina Angélica Miner, llegó a Chile a principios de 1991, siguiendo a Miguel Ángel. Han pasado 17 años y ella sigue creyendo en él y en sus supuestas visiones. Angélica es una de las pocas personas que admiten el alcoholismo del "vidente". "A ella le encantaba tomar, nunca lo negaba, podía tomar incluso frente al Papa".

La presidenta interina de los "Apóstoles" tampoco oculta el vicio de Miguel Ángel. "Le gustaba la cerveza, tomaba Cristal. Lo que pasa es que sus antepasados eran rusos y buenos para el alcohol", explica Isabel.

¿Cómo es posible que pueda ser descendiente de rusos y un ser divino al mismo tiempo? María Isabel está convencida de que Miguel Ángel estuvo en la tierra en distintas ocasiones. La primera vez, dice, acompañó a Moisés en el camino a la tierra prometida.

Seguros de sus enseñanzas, y de que murió siendo ángel, hermafrodita y médico de la Universidad de Chile -incluso afirman que la propia Michelle Bachelet fue su profesora- los "apóstoles" se comprometen a continuar con el legado. Por lo pronto, están aliviados. Ya no tendrán que esforzarse cada mes para exprimir un poco su sueldo de jubilados y pagar no sólo el arriendo de la parcela, sino los 150 mil pesos de sueldo que recibía el "vidente".

En Villa Alemana, ya sin el "ángel", todavía quedan una docena de perros y la misma cantidad de animales de granja en el terreno, una ruma de recortes de periódicos y miles de dudas que Miguel Ángel se llevó a la tumba.

El ejército de Miguel Ángel viste de morado -no se sabe por qué- y su emblema es una cruz con un martillo y unas tenazas, "con las que uno clava a Cristo con las malas acciones, y le quita los clavos, con las buenas".

El "vidente" había designado a cada uno de los miembros de su secta como embajadores de distintos países. Así, durante el entierro, se hicieron presentes los representantes de Rusia, Grecia, Chipre, Botswana, entre otros.

¿Qué fue del padre Miguel Contardo?

Uno de los principales promotores de la devoción a la "Virgen de las Siete Estrellas" fue el padre Miguel Contardo Egaña. Éste nunca fue expulsado de la Compañía de Jesús, como lo señalaron algunos medios de comunicación en su momento.

El padre Contardo -muy querido por los suyos y calificado como un jesuita de mucho celo apostólico- se retiró por decisión propia de la Compañía de Jesús, ya que la orden le pidió obedecer al obispo diocesano de Valparaíso, quien no reconocía las eventuales apariciones en Peñablanca.

Una vez retirado, se incardinó en la diócesis de Talca y luego en Illapel. La última vez que estuvo en Peñablanca fue el 5 de enero de este año, cuando celebró una eucaristía en el lugar de las apariciones. Actualmente tiene 85 años y vive en un hogar de la Fundación Las Rosas.

Fuente Principal: El Mercurio
Domingo 5 de Octubre de 2008
Moisés Ávila y Gustavo Villavicencio



https://www.youtube.com/watch?v=VjG5GrDQFg8

Libros:
Yo soy el Inmaculado Corazón de la Encarnación del Hijo de Dios (Autor: Alvaro Barros Valenzuela) Editorisal Estrella Solitaria

Yo soy la Madre del Socorro, la Madre de los Afligidos (autor: Alvaro Barros Valenzuela) Ediciones del Pez






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