TEÓLOGAS
CREAN "BIBLIA DE LAS MUJERES" QUE ELIMINA SESGOS MACHISTAS DEL LIBRO
SAGRADO
Cansadas
de ver cómo se usan los textos sagrados para justificar la sumisión de la
mujer, un grupo de teólogas feministas protestantes y católicas unieron fuerzas
para redactar una “Biblia de las Mujeres”.
Las
mujeres presentadas en las traducciones e interpretaciones de la Biblia son
sirvientas, prostitutas o santas.
Pero
mientras el movimiento #MeToo sigue exponiendo abusos sexuales en todas las
culturas e industrias y muchas feministas piden dejar de lado la religión, un
ecléctico grupo de teólogas insiste en que, si se interpretan adecuadamente,
las Sagradas Escrituras pueden ser una herramienta para promover la
emancipación de la mujer.
“Los
valores feministas y leer la Biblia no son incompatibles”, insiste Lauriane
Savoy, una de las dos catedráticas que están detrás de “Une Bible des Femmes”
(“Una Biblia de las Mujeres”), publicada en octubre.
Esta
profesora de la facultad de Teología en Ginebra, establecida por el propio
padre del Calvinismo en 1559, cuenta que la idea surgió cuando ella y su colega
Elisabeth Parmentier se dieron cuenta de lo poco que conoce o entiende la gente
de los textos bíblicos.
“Mucha
gente pensaba que están totalmente desfasados, que no tienen relevancia en los
actuales valores de igualdad”, cuenta a la AFP la profesora, de 33 años, bajo
las esculturas de Juan Calvino y otros fundadores del Protestantismo en el
campus de la Universidad de Ginebra.
Para
rebatir tales nociones, Savoy y Parmentier, de 57 años, se unieron a otras 18
mujeres teólogas de varios países y corrientes del cristianismo y crearon una
colección de textos que ponen en duda las tradicionales interpretaciones de la
Biblia que presentan a las mujeres como débiles y subordinadas a los hombres.
Parmentier
pone de ejemplo un pasaje del Evangelio de Lucas en el que Jesús visita a dos
hermanas, Marta y María.
“Dice
que Marta garantiza el ‘servicio’, lo que se ha interpretado como que sirve la
comida, pero la palabra griega ‘diakonia’ también tiene otros significados,
podría significar que era una diácono”, señala.
Acabar
con la ortodoxia religiosa
Ellas
no son las primeras que ofrecen una visión de las Escrituras más favorable a
las mujeres.
Ya
en 1898 la sufragista estadounidense Elizabeth Cady Stanton y un comité de
otras 26 mujeres redactaron “La Biblia de la Mujer”, que buscaba acabar con la
ortodoxia religiosa de que las mujeres deberían ser serviles con los hombres.
Las
dos teólogas de Ginebra, inspiradas por el texto, pensaron en un primer momento
en traducirlo al francés, pero después lo consideraron demasiado desfasado y
decidieron crear una nueva obra acorde a los tiempos.
“Queríamos
trabajar de forma ecuménica”, explica Parmentier, señalando que alrededor de la
mitad de las participantes en el proyecto son católicas y las demás, de varias
ramas del protestantismo.
En
la introducción de “Una Biblia de las Mujeres”, las autoras señalan que los
capítulos buscan “escudriñar (…) cosas que quedaron maquilladas, traducciones
tendenciosas, interpretaciones parciales” en la tradición cristiana.
“Persistentes
lecturas patriarcales”
Las
autoras también advierten de las “persistentes lecturas patriarcales que han
justificado numerosas restricciones y prohibiciones a las mujeres”.
Savoy
pone el ejemplo de María Magdalena: “Estuvo al lado de Jesús cuando todos los
discípulos masculinos estaban asustados. Fue la primera que visitó su tumba y
descubrió su resurrección”, señaló.
“Es
un personaje fundamental, pero se la describe como una prostituta (…) incluso
como la amante de Jesús en ficciones recientes”.
Las
académicas también intentan contextualizar los textos. Por ejemplo, algunos
pasajes de cartas enviadas por San Pablo a las nacientes comunidades cristianas
podrían considerarse antifeministras, y leerlas como instrucciones de cómo
debería tratarse hoy a las mujeres es un sinsentido, señala Parmentier.
“Es
como considerar una carta que alguien envía para dar consejos válida para toda
la eternidad”, insiste.
Las
autoras consideran que su trabajo es una herramienta útil en los tiempos del
#MeToo.
“Cada
capítulo aborda cuestiones existenciales para las mujeres, preguntas que ellas
mismas se plantean actualmente”, dice Parmentier.
“Mientras
algunas dicen que para ser feminista hay que tirar la Biblia, nosotras creemos
lo contrario”, asevera.
Fuente: Biobiochile
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