LA ODISEA DE LA IRANÍ SARA
PARA PODER ENTRAR EN UN ESTADIO JUNTO A LOS HOMBRES
Ante la prohibición de asistir a partidos
de fútbol en Irán, mujeres persas viajan a Rusia para reivindicarse
«En Irán, la policía de la moral te
detiene. Te amenaza. 'Buscan' en tu cuerpo..." relata a EL MUNDO está
maestra persa en su camino hacia San Petersburgo, donde su país debuta frente a
Marruecos
«Soy Sara. Es un nombre ficticio. Lo escogí
yo misma por razones de seguridad. Tengo 34 años y vivo en Irán. Soy maestra y
activista. Voy camino a San Petersburgo, donde juega mi país. Mi familia está
orgullosa de mí. De que me atreva a hacer este viaje. Siempre me han apoyado. Y
lo seguirán haciendo». EL MUNDO atiende a su odisea.
Lo que debería ser un episodio normal, una
mujer acudiendo a ver un partido de fútbol, es en realidad un martirio. El que
ha vivido Sara desde el mismo día en que nació. La Revolución Islámica de 1979
trajo consigo, sólo un año después, la prohibición explícita a mujeres y niñas
de ingresar en recintos deportivos en Irán. Primero fue el fútbol. Después
llegó el voleibol. En el baloncesto, al menos por ahora, se acaba de conseguir
cierta amnistía. Las federaciones internacionales, mientras tanto, procuran
mirar hacia otro lado.
«Vivir bajo las reglas de un Estado
islámico es extraordinariamente difícil para las mujeres. Cada día hay presión.
De hecho, esto no es más que una historia de presión contra las mujeres. Pero
nosotras, las iraníes que en su mayoría somos menores de 40 años, hablamos
abiertamente sobre esta discriminación. Y luchamos».
Sara llegará a la isla Krestovsky, allí
donde se incrusta el nuevo estadio de San Petersburgo, pocas horas antes de que
Irán debute frente a Marruecos en el Mundial de Fútbol. No las tiene todas consigo.
Lleva meses preparando el viaje junto a otra decena de mujeres integradas en un
movimiento llamado Open Stadiums. Reivindican su derecho a poder asistir a
partidos también en su país. Aunque en Rusia pretenden hacerse ver. No será
fácil. «La seguridad es realmente importante para nosotras. Muchas autoridades
vienen a Rusia. Deberíamos ver si estaremos o no salvo». Lo que queda claro es
que la isla Krestovsky es una ratonera, por amplio que sea el terreno. Y Rusia
no ha escatimado en seguridad.
Ante el foco mediático de la Copa del
Mundo, a mujeres como a Sara no les queda otra que exponer la realidad que vive
su país.
«Sólo he podido ver una vez un partido de
fútbol en directo. Fue el mejor día de mi vida. Pero tuve que hacerlo con
mujeres extranjeras, porque ellas no lo tienen prohibido en Irán. Otras, en
cambio, optan por disfrazarse de hombre». Se refiere la activista a la
creciente presencia de mujeres con barbas postizas y pelucas en las gradas.
Aunque dicha práctica, aunque pueda parecer divertida, también entraña sus
riesgos.
«La policía moral de Irán -la misma que
puede arrestarte por no llevar el velo-, puede detenerte hasta que llega un
miembro de tu familia y garantiza que no volverás a asistir a un estadio. A
veces tienes que pagar si no es la primera vez. Pero eso no es lo peor. Lo peor
es cuando te amenazan. O cuando buscan en tu cuerpo...».
-¿Qué explicación tiene todo esto?
-Los Mullas dicen que es haram [prohibido
para el Islam] que las mujeres miren la parte desnuda de los hombres. ¡Pero es
ridículo! Ya vemos los partidos por televisión. Y con mejor calidad. La
verdadera razón es la exclusión sistemática de las mujeres. No quieren vernos
felices e independientes. La represión siempre está ahí.
Y no hace falta ir muy atrás. El pasado mes
de marzo, al menos 35 mujeres fueron detenidas a las puertas del estadio Azadi,
donde se disputaba el derbi de Teherán entre el Esteghlal y el Persépolis. Allí
estaba el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
«Las promesas de apertura son pura
propaganda. Cada vez que pedimos algo, nos dicen que son los intransigentes los
que lo impiden. Pero son los reformistas los que no quieren ayudar a las
mujeres».
-¿Qué opinan las autoridades de su país
respecto a su viaje?-
Si alguien les pregunta, probablemente no
les gustará. Pero no pueden prohibir que las mujeres viajen.
Y el de Sara es el viaje de su vida.
El Mundo - España
La selección femenina de Irán ha tenido problemas para participar en eventos deportivos internacionales por su vestimenta que no cumple los requisitos mínimos que la FIFA expone a la presentación de los equipos.
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