UNA PELÍCULA
RECREARÁ LAS SUCESIVAS Y CONTROVERTIDAS APARICIONES DE LA VIRGEN A CUATRO NIÑAS
EN LA HUMILDE ALDEA CÁNTABRA EN 1965
El próximo viernes 2 de febrero se
estrena en España la primera película sobre las controvertidas apariciones
marianas de San Sebastián de Garabandal, una humilde aldea situada en el
corazón de Cantabria que ha pasado hasta ahora inadvertida en los mapas.
¿Se apareció allí en realidad la Virgen, bajo la advocación del Monte Carmelo,
a las cuatro niñas Conchita, Loli, Mari Cruz y Jacinta, a quien tuve
oportunidad de conocer en persona y compartir con ella una inolvidable experiencia...?
La pregunta sugiere ya de por sí una investigación apasionante.
De momento la Iglesia, mediante las autoridades eclesiásticas de Santander,
ha manifestado que «no consta la sobrenaturalidad de los hechos», lo cual
tampoco significa que no pueda constar si en un futuro se culminase una
reveladora indagación sobre lo acaecido allí entre 1961 y 1965. Hasta entonces, conviene poner de manifiesto que el Papa Francisco
distinguió a dos grandes mujeres que defendieron en su día las apariciones de
Garabandal. De la primera de ellas, la mística francesa Marta Robin,
el Romano Pontífice aprobó sus virtudes heroicas. Marta Robin animaba al
sacerdote Combé, paisano suyo, a difundir el mensaje de Garabandal y rezaba a
diario por las niñas videntes. A Robin se sumó en su defensa de Garabandal nada
menos que la Madre Esperanza, murciana para más señas y fundadora de las
Congregaciones de las Esclavas y los Hijos del Amor Misericordioso, beatificada
por Francisco el 31 de mayo de 2014.
De la Madre Esperanza compuse una biografía suya convertida en best-seller
de espiritualidad y traducida al italiano por Mondadori, tras consultar los
archivos del Santuario de Collevalenza fundado por ella y acceder a los
documentos de su proceso de canonización. Sobre la Madre Esperanza,
precisamente, escribía el presbítero José Ramón García de la Riva en su libro
Memorias de un cura de aldea, cuando todavía era venerable: «La
Madre [Esperanza] estaba convencida del carácter sobrenatural de las
apariciones de Garabandal por el testimonio de Emilia Andreo Rubio, que acudió
con otras personas amigas en peregrinación al Santuario de Colevallenza. Allí
Emilia manifestó a la Fundadora su intención de ir a Garabandal, a lo que la
Madre Esperanza les contestó admirada: “¿Así que vais a San Sebastián de
Garabandal...? Bien. Bien”».
EL SANTO DE LOS ESTIGMAS
Los testimonios favorables a estas apariciones se suman así a los de Santa
Teresa de Calcuta, que visitaba a la vidente Conchita en su casa de Estados
Unidos cuando iba allí, y por supuesto el del Padre Pío, canonizado por San
Juan Pablo II en junio de 2002. Joachim Bouflet es un
conocido carmelita parisino de 65 años doctorado en Historia en la Sorbona,
que desde hace años se ha especializado en el estudio de estigmatizados y
apariciones marianas.
La tarde del 23 de agosto de 1968, justo un mes antes de fallecer el Padre
Pío, estuvo con él en el claustro del convento de San Giovanni Rotondo. El
santo de los estigmas estaba sentado a la sombra de un arco; parecía dormido.
El propio Joachim Bouflet relataba lo que sucedió poco después: «Yo estaba lleno de emoción de estar tan cerca de él [...]
Salté al jardín del claustro y caí de rodillas a los pies del Padre Pío.
Él pareció sorprenderse. Al mismo tiempo dos capuchinos aparecieron gritando
palabras ininteligibles en italiano. El Padre Pío les hizo un gesto con su mano
enguantada y ellos permanecieron cerca, en silencio».
«[...] Puso su mano [el Padre Pío] sobre mi cabeza (yo seguía arrodillado
delante de él) y me dijo unas cuantas palabras. Los dos monjes retrocedieron
unos pasos. Yo escuchaba al Padre Pío mientras él mantenía su mano sobre mi
cabeza. Entendí perfectamente lo que me dijo. Le confesé mis pecados y él me
respondió comentándome lo que le había confesado. Entonces experimenté el abrumador
carisma que se le atribuía, el del conocimiento de los corazones...».
Fue entonces cuando se desarrolló el siguiente diálogo sobre Garabandal,
tal y como lo recordaba el testigo presencial:
–Reza a
la Madonna [la Virgen]. Conságrate a la Virgen del Carmelo que se apareció en
Garabandal, le indicó el Padre Pío.
–Sí, padre, rezo a la Virgen del Monte Carmelo. Por cierto, me gustaría
hacerme carmelita, repuso Bouflet.
El
Padre Pío insistió:
–Conságrate a la Virgen del Carmelo que se apareció en Garabandal. Algo
confuso, pues había oído hablar vagamente hasta entonces de Garabandal, Bouflet
inquirió:
–¿Las
apariciones de Garabandal...?
–Sí, así que conságrate a la Virgen del Carmelo que se apareció en
Garabandal.
–¿Entonces
es cierto?
–¡Certo e vero!, dijo rotundo el Padre Pío.
Fuente: La Razón de España
NOTA: En la Biblioteca de Consulta del IIEE de Chile se puede consultar bibliografia sobre este tema de las apariciones en Garabandal.
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