¿QUÉ ES MÁS ORIGINAL EN EL
ESPAÑOL QUE LA «Ñ»
La filóloga Lola Pons Rodríguez reúne
«Cien historias curiosas sobre el español» en su libro «Una lengua muy larga»
Aunque la letra eñe se ha erigido en
emblema del español, la profesora de la Universidad de Sevilla Lola Pons
Rodríguez asegura que más originales son los signos de apertura de las
interrogaciones y las admiraciones, que además son muy recientes, ya que datan
de finales del XVIII.
Especialista en Historia de la Lengua y
directora de varios proyectos de investigación sobre la lengua del siglo XV,
Pons Rodríguez señala que, mientras el sonido de la eñe es compartido con
varias lenguas y desde hace mucho tiempo, los signos de apertura de
admiraciones e interrogaciones son relativamente recientes, introducidos con
éxito por los académicos hace poco más de dos siglos.
Con la idea de que «el lector compruebe
en la lengua de hoy la herencia de la lengua de ayer», Pons Rodríguez ha
reunido «Cien historias curiosas sobre el español" en el libro titulado
«Una lengua muy larga» (Arpa editores), cuya portada ha sido ilustrada con un
rostro de un Miguel de Cervantes que protege sus ojos con unas gafas de sol de
última tendencia.
«El español es una lengua muy larga en
el tiempo pero también en el espacio», ha matizado la filóloga al aludir al
español de América, además de una lengua «muy flexible» que históricamente ha
tenido «variaciones espaciales muy acusadas», ya que lo que parecen normas
fijas y universales derivadas de las reglas ortográficas se deben igualmente a
una normativa «relativamente reciente».
CIEN
«MICROHISTORIAS»
Las cien «microhistorias» reunidas por
Pons en esta particular y desenfadada historia del español, que han sido
elogiadas por el académico Francisco Rico como «una combinación brillante de
erudición y frescura», tienen su origen en un blog que la filóloga abrió en
2009 dirigido al ámbito académico, con el que alcanzó tantos seguidores que la
llevó a ordenarlas y llevarlas a un libro.
La autora ha advertido de que estas cien
historias no van necesariamente dirigidas a los 500 millones de personas que
hablan español en el mundo sino a los hablantes y lectores que poseen lo que
denomina «sensibilidad lingüística» o han pensado por qué diferenciar entre «b»
y «v» si se pronuncian igual o se han preguntado por qué en la Edad Media se
abreviaba tanto si no había móviles.
«No es un libro hecho desde arriba,
desde la torre de marfil, sino para que lo entienda todo el mundo, con ejemplos
que pertenecen a la cultura popular», ha explicado la filóloga, quien, por
ejemplo, explica el poco uso del relativo posesivo «cuyo», que ha de
enfrentarse en el habla a «muchos competidores», con Raffaella Carrá y su
popularísimo tema «Una mujer en el armario».
Esa canción arranca con la letra «Tengo
una amiga, tengo una amiga / que su (en vez de "cuyo") marido se
queda mucho en casa...»
Otro ejemplo tomado de la música popular
parte del cantante jienense Raphael, uno de cuyos éxitos se titula «Escándalo»
y quien generó cierto escándalo cuando decidió bautizarse artísticamente como
«Raphael», porque parece que nadie reparó entonces en que «ph» es un dígrafo
que se usó -hasta que la Academia lo eliminó por completo en el XIX- en
palabras que, como en «philosophia», habían llegado al latín desde el griego. ABC
NOTA
ADJUNTA - ¿DE DÓNDE PROCEDE LA LETRA Ñ?
La Ñ (eñe), esta
letra tan característica del español, procede de una abreviatura del latín. Se
empezó a usar cuando para escribir dos enes, como en las palabras anno e
Hispanna, se montó la segunda ene sobre la primera con el fin de
economizar espacio. Esto llegó a derivar con el tiempo en una simple virgulilla (signo
ortográfico a modo de acento). Así, las palabras que llevaban dos enes, han
heredado con el tiempo este sistema y se escriben con eñe, como año y
España.
Hace ya un largo tiempo que la letra Ñ
viene librando una batalla para no dejar de existir. En España se pusieron en campaña para darle una mano a esta letra tan sufrida.
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