LOS
COMANDOS ALEMANES
Actuaron
como fuerzas camufladas en casi todos los escenarios de la guerra
El almirante Wilhelm
Canaris, jefe del Abwher, el servicio de inteligencia militar alemán, decidió
crear, antes de la invasión de Polonia, varias unidades de saboteadores armados
vestidos con ropas civiles. Su misión consistía en avanzar por delante de las
fuerzas alemanas para capturar objetivos estratégicos y evitar su destrucción
por el enemigo. Su éxito le animó a formar, en octubre de 1939, la Lehr und Bau
Kompanie zbV 800 (Compañía de entrenamiento y construcción para empleos
especiales 800), con base en Brandenburgo, ciudad próxima a Berlín de la que
tomarían su nombre los grupos de comandos del Ejército alemán. A los tres
meses, la unidad creció hasta convertirse en un batallón de cuatro compañías.
Para nutrir sus filas se escogieron soldados capaces de hacerse pasar por
extranjeros, especialmente del este de Europa, repartiéndose entre las
compañías en función de sus origenes étnicos y sus conocimientos de idiomas.
Los comandos actuaron por
primera vez el 10 de mayo de 1940, cuando comenzó el ataque a Francia y los
Países Bajos. Ese día, un destacamento vestido con uniformes de la policía
militar holandesa se hizo con el puente de Gennep sobre el Mosa, impidiendo su
demolición. Sería uno de los 61 puentes ferroviarios o de carretera designados
como objetivos durante la campaña, de los que 42 fueron capturados intactos.
En diciembre de 1940 el
batallón se transformó en un regimiento, el Lehr Regiment Brandenburg zbV 800,
compuesto por tres batallones divididos en compañías especializadas que fueron
incrementándose con el tiempo: unidades de paracaidistas, de montaña, de
reconocimiento, de intérpretes o de especialistas en incursiones costeras
(Küstenjäger), que se combinaban como resultase más adecuado para cada misión.
Durante la Operación
Barbarroja contra la URSS, a partir del 22 de junio de 1941, su principal tarea
consistió en la captura de puentes clave sobre los caudalosos ríos rusos para
facilitar el avance de las vanguardias alemanas, aunque también lucharon como
tropas convencionales. Una de sus operaciones más audaces tuvo lugar en agosto
de 1942 cuando 60 “brandenburgueses” se infiltraron tras las líneas enemigas
usando camiones soviéticos capturados y vistiendo uniformes del temido NKVD y
lograron capturar intacta la ciudad de Maikop, en el Cáucaso, después de
convencer a sus defensores para que se retirasen haciéndoles creer que los
alemanes estaban a punto de lanzar contra ellos un ataque masivo.
En octubre de 1941 se formó
la 13ª compañía para operar en el Norte de África, donde efectuó principalmente
misiones de reconocimiento junto con el Sonderkommando Dora, una unidad
independiente especializada en el reconocimiento de largo alcance y las
misiones de sabotaje en el desierto. Un año más tarde, tras la derrota en El
Alamein, las unidades de comandos supervivientes se retiraron a Túnez. Allí
formaron, empleando refuerzos procedentes de Alemania, el Abteilung (batallón)
von Koenen, que llevaría a cabo audaces voladuras de puentes situados en la
retaguardia aliada usando planeadores para llegar hasta ellos y regresando
después a pie a las líneas propias.
A finales de 1942, la RSHA
(la Oficina Principal de Seguridad del Reich, controlada por las SS de
Himmler), en su lucha por desbancar al Abwher, empezó a crear sus propias
unidades especiales. Las unidades Brandenburg del Ejército fueron paulatinamente
relegadas a tareas convencionales, incluida la lucha contra los partisanos, y
durante la primavera de 1943 se decidió crear con ellas una división, perdiendo
el Abwher todo control sobre su empleo.
Aunque esta ampliación
diluyó la calidad de las tropas, aún quedaba un núcleo de veteranos capaz de
transmitir sus conocimientos. En septiembre y octubre de ese año, el batallón
de Küstenjäger y la compañía de paracaidistas de la división tomaron parte,
junto con otras unidades de la Luftwaffe y el Ejército, en la conquista de las
islas de Cos y Leros, en el Mar Egeo, venciendo la dura resistencia ofrecida
por los británicos, que sufrieron su última derrota importante en la Segunda
Guerra Mundial.
En septiembre de 1944, la
división fue transformada en una unidad motorizada corriente que combatió en el
frente Oriental hasta el final de la guerra. Para entonces, la mayoría de los
miembros con entrenamiento especial, desencantados, habían solicitado su
traslado a las unidades de comandos de las SS dirigidas por Otto Skorzeny.
ABC de España
RODRIGO GARCIA-MUÑOZ VAQUERO
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