PONCE DE LEON
El año 2013 se cumplieron cinco siglos
desde la llegada de los españoles, liderados por Juan Ponce de León, a Florida.
La leyenda dice que la expedición liderada por el conquistador vallisoletano no
fue casual. Ponce de León gozó tras su llegada a América de los requisitos para
si, no ser al menos feliz, sí que disfrutar de una vida del todo acomodada como
gobernador de Puerto Rico.
Pero las riquezas del Nuevo Mundo había
algo que no le podían ofrecer: ‘La eterna juventud’. Según el relato del
cronista Antonio de Herrera y Tordesillas, Ponce de León se dejó embelesar por
los testimonios de indígenas que aseguraban la existencia de una fuente que
rejuvenecía a aquellos que se sumergían en sus aguas. De esta forma, siguiendo
las indicaciones de los testimonios recogidos se hizo a la mar en busca de la
isla de Bímini, donde se hallaría la fuente.
En busca de este lugar Ponce de León fue
visitando islas de las Antillas hasta dar con Florida, siendo él y sus hombres
los primeros europeos que pusieron el pie en Norteamérica. Antonio de Herrera
describe la fuente como un lugar donde un anciano, tras zambullirse, podía
reanudar "todos los ejercicios del hombre... tomar una nueva esposa y
engendrar hijos". Según añade el cronista, Ponce de León y sus hombres
escrutaron, y se bañaron, sin éxito cada arroyo, río o laguna de la costa de
Florida. Finalmente el conquistador murió en 1521 a causa de las heridas
sufridas en un combate con los indígenas de Florida.
La búsqueda de Ponce de León, a la que
muchos no dan credibilidad y creen que fue una burla de sus enemigos hacia él
cuando este ya había muerto, se enmarca en una larga lista de leyendas
protagonizadas por decenas de españoles que se adentraron en la selva o se
embarcaron en busca de lugares mágicos llenos de riqueza. Sin duda los más
famosos de estos son la fuente de la eterna juventud y El Dorado, mitos que a
día hoy a quien sigue buscando.
¿CÓMO SURGIÓ ESTE MITO SOBRE EL EXPLORADOR
ESPAÑOL INCLUSO EN SUS INICIOS?
Hace medio milenio, en 1513, el explorador español Juan Ponce de León
partió de Puerto Rico hacia la frondosa isla de "Bimini", un
territorio inexplorado en lo que hoy es las Bahamas. Finalmente, en su lugar,
aterrizó en la Florida, reclamándola para la Corona española y asegurándose
para sí mismo un lugar en los anales de la historia.
Según cuenta la
leyenda, y como los estudiosos han mantenido durante siglos, Ponce fue en busca
de la Fuente de la Eterna Juventud, un legendario manantial del que se pensaba
daría la vida eterna a quien se bañase o bebiese de él. Pero nuevos estudios
contradicen la vieja fábula y sugieren que Ponce estaba interesado no en la
longevidad, sino en obtener beneficios políticos.
La
verdadera historia es algo como esto: En 1511, por complicadas disputas
políticas, Ponce fue obligado a entregar el gobierno de Puerto Rico, una plaza
que ocupaba desde 1509. Como premio de consolación, el rey Fernando le ofreció
Bimini, suponiendo que el leal conquistador podría financiar una expedición y,
de hecho, encontrarla.
J.
Michael Francis, un historiador de la Universidad de South Florida, St.
Petersburgo, que ha pasado décadas estudiando las colonias españolas en
América, dice que no se produce mención de una Fuente de la Juventud en ningún
documentos conocido de la vida de Ponce, incluidos los contratos y otra
correspondencia oficial con la Corona. De hecho, el nombre de Ponce no llegó a
ser conectado a la Fuente de la Juventud hasta muchos años después de su
muerte, y sólo para desacreditarlo gracias a un cronista español que no era de
la corona.
A
Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés no le gustaba Ponce, alegando que era
crédulo, egocéntrico y torpe. La animosidad probablemente tuvo algo que ver con
la política de la corte: Oviedo se alineó con Diego Colón, que era el hijo de
Cristóbal, y el hombre que ayudó a nombrar a Ponce gobernador de Puerto Rico.
En
Historia general y natural de las Indias, Oviedo escribe sobre la colonización
española de las Américas, una historia en la que Ponce, engañado por los
indios, va dando trompicones en su vana búsqueda de la Fuente de la Juventud.
Todo es un recurso literario destinado a hacer parecer a Ponce un necio y un
imprudente. Aunque las visitas a los balnearios y baños minerales eran comunes
en el siglo XVI, en realidad creer que el agua podría revertir el
envejecimiento aparentemente era considerado una tontería.
Pero
la versión satírica de Oviedo de los viajes de Ponce gustó a la gente.
"Usted tiene esta increíble fábula que comenzó como un invento", dice
Francis, "y por el siglo XVII, ya había pasado a la historia". (Por
si sirve de algo, Ponce murió a los 47 años después de haber sido herido por
una flecha en la una pelea con una tribu de indios en la Florida).
Por
supuesto, no todos los "cuentos chinos" son considerados reales tras
el pasar de los años en algo que se acerque a la realidad. Sherry Johnson,
historiadora de la Universidad Internacional de Florida, dice que el mito de
Ponce de León y su fuente mágica permanecen por romanticismo.
"Instintivamente, nos aferramos a la idea de que es posible que nunca
envejeceremos", dice ella. El mito también se ajusta al hecho de América,
un país joven donde, como se nos enseña, todo es posible.
Florida
continúa sacando provecho de lo que podría ser su mayor leyenda, con cientos de
turistas que beben cada día del pozo de piedra en la Fuente de la Juventud en
el Parque Arqueológico de la ciudad de San Agustín. A pesar del trabajo de
desacreditación por Francis y los demás, la historia de la fuente de Ponce no
morirá.
El
27 de marzo de 2013 se cumplió el 500º aniversario del descubrimiento de la
Florida por el conquistador español, pero de ello hablaremos en otro momento.
Fuentes:
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