INES
DE SUAREZ
(1507 - 1580)
Según
Gastón Soublette, filósofo, musicólogo y profesor en estética de la Universidad
Católica de Chile, doña Inés de Suarez, personaje de gran presencia en los
episodios de la conquista de Chile por
parte de los españoles, habría tenido facultades paranormales que las empleó en
más de una ocasión en hechos puntuales cuando se desarrollaban enfrentamientos
entre indígenas y europeos. Estas facultades habrían sido relacionadas con la
magia negra y ciertos hechos históricos extraños que ocurrieron en aquellos
años. Acontecimientos que nunca se han interpretado por estudios oficiales bajo esta perspectiva. Estos hechos extraños
tuvieron desenlaces inesperados para ambos grupos de combatientes.
Dicho
comentario lo expresa Soublette, en la excelente revista cultural “El Dedal de
Oro” dentro de un análisis que realiza del libro de la escritora chilena Isabel
Allende, “Inés del Alma Mía”
Los
estudios ortodoxos de ciertos episodios de la conquista, y sus cronistas
añadidos, han dejado registrado episodios extraños en la conquista, que siempre
han sido explicados bajo la participación de una divinidad o los santos ya
conocidos de los españoles y sus credos religiosos, sólo quedaron impresas “la
sorpresa y curiosidad” bajo estos parámetros
del entendimiento de la época. Soublette menciona entre otros una batalla
ocurrida a los pies del cerro Huelen, (hoy Santa Lucía en pleno centro de
Santiago) cuando una multitud de indígenas muy superior a los españoles avanzaba
a una destrucción inminente del enemigo europeo.
Textual: Fue entonces que doña Inés subió el cerro
hasta la cima y desde ahí hizo una invocación de gran poder que dio por
resultado la aparición en los aires de un guerrero con armadura, escudo y
lanza, quien, montado en un brioso corcel, arremetió contra las huestes
aborígenes. Parece que los españoles no vieron al principio esta imponente
figura ingrávida que avanzaba desde su retaguardia, porque no se explicaban por
qué los indios, que ya cantaban victoria, comenzaron a huir del campo,
aterrados. Sólo cuando el supuesto arcángel o apóstol Santiago, como después se
dijo, pasó sobre sus cabezas persiguiendo a los mapuches, se percataron del "milagro"…
Y tal sería la razón de por qué la capital de Chile se llama Santiago.
El
fuerte carácter de Doña Inés de Suarez ha dado para todo, y es así como también
se menciona que el acto extremo de
decapitar a varios jefes indígenas para hacer huir a los indígenas que sitiaban
el fuerte español de Santiago. Acto que según este estudioso chileno, se mezcla
la magia negra (con sacrificios humanos) y la actitud ofrecida en ese momento
crucial de esta indomable mujer ante el acoso de los indígenas.
Como
todo antecedente histórico es arriesgado
calificar hechos y acciones ocurridas hace cientos de años donde la mentalidad,
las formas de ser y los intereses eran otros totalmente diferentes al tiempo
presente. No cabe duda que cualquier conquista realizada bajo el yugo de las armas
y sobre todo de los Dioses del momento es dañina y una cultura se come a la otra
más pequeña o débil. Lo rescatable de todo esto, es que las perspectivas de
estudios sean más amplia y la aportación presente sobre esta mujer española sea
analizada bajo otras perspectivas, más modernas y libres de dogmas y trabas
mentales.
Soublette
termina su exposición:
Entonces, no cabe otra
interpretación que la de la magia… Con lo cual quedaría una duda acerca de los
fundamentos de nuestra ciudad capital identificada con el nombre que se le puso
mediante una operación por la cual una fuerza maligna asumió la forma visible
de un ángel de luz… Siempre nos quedaremos con la duda… Y queremos creer que,
finalmente, Dios tuvo piedad de los habitantes de esta ciudad capital y los
liberó de la mala onda que dejó en ella la bruja Inés de Suárez.
No hay duda que Doña Inés de Suarez, originaria
de la ciudad de Plasencia, Extremadura, en España, dejo una huella en esta
ciudad, para bien o mal... y todavía seguimos comentando su estadía en estas
tierras.
Fuentes:
El Dedal de Oro Nº 53 y 54
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