viernes, 29 de junio de 2012

LATINOAMERICA: TODO SIGUE IGUAL ...

LA IGLESIA Y EL GOLPE DE ESTADO EN PARAGUAY


Cuando la mayoría de los estados en América del Sur han fustigado el golpe de estado civil en Paraguay, en que se ha destituido a un presidente sumariamente por el Congreso sin que el acusado tuviera la oportunidad de la más mínima defensa y algunos ( ya van seis) han retirado sus embajadores y no han reconocido al vicepresidente que traicionó a Fernando Lugo y aceptó la designación que hizo el congreso.

El Vaticano en un acto instantáneo reconoció al nuevo gobierno de facto Paraguayo que encabeza Federico Franco. El jueves pasado, mientras diputados y senadores de la oposición orquestaban el juicio político a Lugo, los obispos católicos ya se manifestaban por la destitución del presidente electo legítimamente por el pueblo el 2008.

Ante este cuadro, representantes de diversas iglesias de América Latina difundieron un comunicado deplorando el proceso demagogo e irresponsable del cual fue víctima el presidente, añadiendo a pesar de todo “La esperanza no deja de nacer desde los humildes y se construyen gobiernos populares y democráticos, apoyados por los pueblos que históricamente empobrecidos por las oligarquías locales y por los sectores conservadores que responden a los intereses del imperialismo norte americano”.

La posición tomada por la iglesia católica de Paraguay en un momento tan delicado que pesa sobre la democracia del país, generó varis críticas por parte de los sectores más comprometidos y progresistas de la iglesia. Así, esta reaccionaria y cómplice iglesia católica Paraguaya, dio la comunión en ceremonia en la catedral metropolitana de Asunción y con esto la bendición del Vaticano al golpe fascista.

La actitud histórica del Vaticano refrendada en múltiples ejemplos en el mundo nos hace recordar cuando Pio XII bendijo a las tropas nazis durante el holocausto, o cuando en Honduras en junio del 2009 el golpista obtuvo rápidamente la bendición, o cuando el año 1941 apoyando la ley maldita en Chile excomulgó a todo el que tuviera relación con algún militante comunista y para qué decir las actitudes criminales minoritarias de algunos sacerdotes como el cura Hasbún que bendecían al tirano Pinochet.

Así podríamos decir inequívocamente que la iglesia católica, sobretodo en este período no tiene respaldo moral para andar bendiciendo golpistas por el mundo, pues las actitudes de cientos de pederastas y pedófilos curas y obispos también han sido protegidas y reconocidas tardíamente por el Vaticano, o sea siendo cómplices de atropellos a los derechos humanos.

Por Ramón Núñez

Asamblea Nacional por los Derechos Humanos

Fuente: El Ciudadano



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