sábado, 18 de febrero de 2012

PERIODISMO IMPERTINENTE

Kevin Carter, 17 años antes, ya demostró al mundo hasta donde podía llegar la miseria humana. Él no pudo soportar la realidad captada por el objetivo de su cámara y terminó suicidándose un año después. Quizá su vacuna para combatir la inmundicia estaba en mal estado.


Fuente: El Periodista Impertinente



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